La ganadería y la caza en la Ereta del Pedregal (Navarrés, Valencia)
Manuel Pérez Ripoll
[page-n-223]
ARCHIVO DE PREffiSTORIA LEV
ANTINA
Vol . XX (Valencia, 1990)
M. PÉREZ RIPOLL*
LA GANADERÍA Y LA CAZA EN LA ERETA DEL PEDREGAL
(NAVARRÉS, VALENCIA)
La Ereta del Pedregal es un yacimiento clásico, sometido desde 1942 a numerosas
campañas de excavación. Además, este yacimiento está vinculado a la memoria de E .
Pla Ballester por su participación en las campañas de excavación y su estudio. Por otro
lado, la Ereta me evoca gratos recuerdos ligados a V. Pascual, quien estuvo al frente de
los trabajos de campo en distintas campañas. Así pues, sirva el presente trabajo como
un homenaje a E . Pla, de quien siempre conservaré un recuerdo entrañable unido a los
momentos de mi estancia en el Sl.P.
MATERIALES Y NIVELES
Los materiales estudiados proceden de las campañas de 1976 a 1979, dirigidas por
E. Pla, encargándose B. Martí de las labores de campo.
Han sido determinados los siguientes niveles (1):
Nivel l.- Corresponde al momento del inicio de la vida del poblado. Desde un primer momento aparecen las puntas de flecha como material lítico más sobresaliente. Algunas formas de cerámica sitúan este momento con el Neolítico fmal y el Eneolítico
pleno. La cronología se centra en la primera mitad del tercer milenio a. C.
Nivel !l.- Las puntas de flecha siguen predominando sobre el conjunto lítico. En la
cerámica no hay tipos significativos, apareciendo siempre sin decoración. Corresponde
al pleno Eneolítico, situado en la segunda mitad del tercer milenio a. C.
(•) Servicio de lnveatigaci6n Prebiat.óriea. Diputación Provincial 46003 Valencia .
J . BERNABEU: oLa Ereta del Pedregal (Navarrea, Valen cia) y loe inicioe de la Edad del Bronce.. XVI
Congreeo Nacional de Arqueología (Mun:ia-Cartagena, 1982), Zaragoza, 1983.
(1) E. PLA, B. M.ARTI y
-223-
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M. PÉREZ RIPOLL
2
Nivel 111.-Aparecen los primeros objetos metálicos. En la parte superior de este nivel aparecen algunos fragmentos de cerámica campaniforme. Se encuentra entre el
Eneolftico final y los inicios de la Edad del Bronce, en el llamado Horizonte Campaniforme de Transición, situado en el dos mil a. C.
Nivel N - Pertenece al nivel superior, removido por las labores agrícolas. Los materiales se adscriben al Eneolítico, aunque hay otros, como dientes de hoz, que pertenecen
a la Edad del Bronce.
Tanto el nivel III como el IV corresponden a la transición del Eneolítico a la Edad
del Bronce, momento que ha sido denominado Horizonte Campaniforme de Transición,
perteneciente a un campaniforme avanzado.
METODOLOGiA
a) La edad de los animales
El cálculo de la edad de los animales está basado solamente en los dientes. Hemos
utilizado el trabajo de K H. Habermehl (2) para las especies domésticas; V. P. W. Lowe
(3), F. B. Skunke (4) y H. Eidman (5) para el ciervo. Para la cabra y oveja hemos empleado, además, la tabla proporcionada por J . M. Ewbank et alii (6), basada en un buen
número de man
datos de las mand.l'bulas de los yacimientos que estamos estudiando.
Los grupos de edad los hemos establecido de la forma siguiente:
Cabra/oveja: Grupo 1 : M1 sin salir. Hasta los 3 meses.
Grupo 11 : M1 saliendo hasta M2 sin salir. De 3 a 9 meses.
Grupo m : M2 saliendo hasta M3 sin salir. De 9 a 16 meses.
Grupo IV : M3 saliendo. De 16 a 24 meses.
Grupo V : M3 poco gastado.
Grupo VI : Adultos.
Grupo VII : Viejos
Cerdo:
Grupo I
Grupo II
Grupo m
Grupo IV
Grupo V
Grupo VI
: M1 sin salir. Menos de 5 meses.
: M1 saliendo hasta~ sin salir. De 5 a 10 meses.
: M2 saliendo hasta M3 sin salir. De 10 a 19 meses.
: M3 saliendo. 19-20 meses.
: Adultos.
: Viejos.
(2) K. H. HABERMEBL: .Die Altersbestimmung bei Haus-und Labortieren•. Auflage, Berlln und Hamburg, 1975.
(3) V. P. W. LOWE: JI'eetb aa indicatora of age witb special referenoe to Red Decr (
Joumal ofZoology, 152, 1967, págs. 137-153.
(4) F. B. SKUNKE: •Uber Zahnentwicldung und Zahmabnutr:ung beim Rentier, vergllcben mit dencn bei einingen anderen Cerviden•.
Arlúv flSr Zoologi, 4, p4p. 1--4.1.
(5) H. EIDMAN: oAit.erserscbeinungen am Gebiss eles Rotbirscbers Mituilungen aus Fol'lltwt-Uchaft und Forsl.wiaaenachaft:o. Hel\ 2,
1932.
(6) J . M. EWBANK, D. W. Pl{ll.LIPSON, R. D. WHITEHOUSE y E. S. ffiGGS: ·Sbeep In tbe lron Age: a Metbod of Stucly•.
Proc:eedinp of tbe Preblstoric Society, 30, 1964, p4p. 423-426.
-224-
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ERETA DEL PEDREGAL
Bovino:
Grupo I
Grupo IT
Grupo m
Grupo IV
Grupo V
Grupo VI
: M1 sin salir. Menos de 6 meses.
: M1 saliendo hasta M2 sin salir. De 6 a 18 meses.
: M2 saliendo hasta M3 sin salir. De 18 a 27 meses.
: M3 saliendo. De 27 a 30 meses.
: Adultos.
: Viejos.
Ciervo:
Grupo I
Grupo IT
Grupo !TI
Grupo IV
Grupo V
Grupo VI
3
: M1 sin salir. Menos de 8 meses.
: M1 saliendo hasta M2 sin salir. De 8 a 12 meses.
: M2 saliendo hasta M3 sin salir. De 12 a 28 meses.
: M3 saliendo. De 28 a 30 meses.
: Adultos.
: Viejos.
b) El número mínimo de individuos (NMI)
Para calcular el NMI hemos utilizado los dientes en las especies más representativas (oveja/cabra, bovino, cerdo y ciervo), puesto que es la parte más abundante, y en las
restantes (caballo, cabra montés, corzo y las demás especies) hemos usado, además de
los dientes, los huesos; por esta razón existe una sobrevaloración en el NMI de los animales menos abundantes. Al elegir los dientes como cálculo del NMI, éste coincide, por
tanto, con los individuos que componen cada grupo de edad.
El procedimiento que hemos empleado para obtener dicho cálculo es el siguiente:
primero, agrupamos los dientes por capas y sectores de cada nivel (por lo que el NMI ha
resultado elevado); a continuación, separamos los que corresponden al lado derecho y
los del lado izquierdo (por separado en mandlbulas y maxilares); posteriormente, calculamos la edad de los dientes para cada lado, sjguiendo la tabla anteriormente mencionada; y, por último, desechamos los dientes del lado que ya están integrados en el
mismo grupo de edad del otro lado.
El NMI proporciona unos datos que, según nuestra opinión, deben de tomarse con
precaución por la disparidad que pueda existir al compararlo con el NR (Número de
Restos). Por ejemplo, el ganado bovino sólo representa el 7'5% según el NR, y el 13'2%
según el NMI; la causa de esta diferencia es la abundancia de dientes de «Bos» frente a
los demás huesos de su esqueleto aparecidos en el yacimiento. Por el contrario, el ciervo
representa el 28'3% del NR, y el14'8% del NMI, disparidad basada en una situación
contraria a la anterior, ya que el número de dientes es bajo en proporción a los restantes huesos del esqueleto.
Existe otro método de valoración de las especies, basado en el peso de los huesos,
que es proporcional con el peso de la carne. Desgraciadamente no hemos podido aplicar
este método debido a que gran parte de los huesos presentan fuertes concreciones calcáreas que falsearían los datos.
d) Altura de los animales en la cruz
Los huesos de los animales se encuentran muy fragmentados, por lo que es muy dificil disponer de piezas enteras que nos permitan calcular la altura de los animales.
-22So-
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M. PÉREZ RlPOLL
4
Sólo hemos podido aplicar estos cálculos en la oveja, utilizando los factores de M. Teichert (7), y en el cerdo, según los factores del mismo autor (8).
e) Medida de los huesos
El método que hemos utilizado en la medida de los huesos es el propuesto por A. V.
D. Driesch (9). La única modificación es la medida del M3 de <
se ha efectuado según las indicaciones de J. Al tuna (10).
Las abreviaturas que hemos empleado son las mismas que las utilizadas por J . Altuna en el trabajo antes citado con la finalidad de obtener una uniformidad en los trabajos de fauna. Estas son las siguientes:
Anchura.
Anchura máxima distal.
Afd Anchura de la facie articular distal.
Anchura máxima.
AM
AmV Anchura mínima de la vértebra (Axis).
Anchura máxima proximal.
Ap
Anchura máxima de la supe_ficie articular.
r
AS
AScr Anchura superficie articular craneal (Axis).
ASd Anchura superficie articular distal.
Anchura de la tr6clea.
At
Espesor máximo lateral (astrágalo).
El
EmO Espesor mínimo del olécranon.
EPA Espesor a través del porc. anc.
HM Altura máxima.
A
Ad
L
LA
LDB
Longitud.
Longitud acetabulum.
Longitud diagonal base.
Ldo
Longitud dorsal.
Longitud máxima.
LM
LMP Longitud máxima proceso articular.
Longitud máxima lateral (astrágalo).
LMl
LMm Longitud máxima mesial (astrágalo).
LMpe Longitud máxima periférica (falange).
LmC Longitud mínima del cuello (escápula).
Longitud olécranon.
LO
Longitud máxima superficie articular.
LS
LSM Longitud serie molar.
(7) M. TEICHERT: · Osteometrische Untersuchungen zur J3crechnung der Widweristhllhe hei Schafen•. En A. T. Ciasen (cd.):
.Archaezoological Studies.. Amsterdan, 1975, págs. 61-59.
(8J M. TEICHE~ .Osteometriscbe Untersucbungen zur Bcrechnung der WidweristMge bei "or-und Frühgeschichllichen Scllwcirner
ffabilitationsschrift Halle-Wittenberg 1966•. Kühn-Archi... , 83, Bcrlin, l969. págs. 237-292.
•
(9) A. v. d. DRIESCH: ·A guide to the measurement of animal bones from archaeological si tes•. Peabody Museum Bulletin, 1, flarvard
University, 1976.
(10) J . ALTUNA: •Historia de la domesticación anim11l en el País Vasco desde sus orígenes hasta la romanización•. Munibe, 32, San
Sebastlán, 1980.
-228-
[page-n-227]
5
ERETA DEL PEDREGAL
ESTUDIO DE LAS ESPECIES
NR
Equus caballus
Equus hydruntinus
Bos taurus
Ovis/capra
Ovis aries
Capra hircus
Sus domesticus
Canis familiaris
Bos primigenius
Capra pyrenaica
Ceruus elaphus
Capreolus capreolus
Sus scropha
Oryctolagus cuniculus
Lepus capensis
Canis lupus
Felis lynx
Felis siluestris
Erinaceus sp.
Testudo sp.
Aues
35
1
189
604
101
61
381
4
1
97
723
7
6
273
8
1
3
11
1
6
7
1'4
0'03
7'5
NMI
%
-2.519
100
13
1
67
167
2'5
0'1
13'2
33
68
4
1
27
75
5
4
54
3
1
3
4
1
4
5
23'9] 30'3
4
2'4
15'1
0'1
0'03
3'8
28'7
0'2
0'1
10'8
0'3
0'03
0'1
0'4
0'03
0'2
0'2
%
13'4
0'7
0'1
5'3
14'8
0'9
0'7
10'6
0'5
0' 1
0'5
0'7
0'1
0'7
0'9
-506
Especies domésticas:
53 % NR
62'8 % NMI
Especies salvajes:
45'6 % NR
37'2 % NMI
100
Cuadro l .-Relación del total del NR (número de restos) y del NMI (número mínimo de individuos).
LA CABRA Y LA OVEJA
En la distinción de la cabra y la oveja hemos utilizado el trabajo de J. Boessneck,
H. H. Muller y M. Teichert (11) y los criterios propios basados en colecciones de referencia.
Los ovicaprinos constituyen la explotación ganadera más importante atendiendo a
los porcentajes de participación en el NR y en el NMI, que son de un 30'3% y 33% respectivamente. Podemos observar, sobre el total del NR, el aumento de las cabr as respecto a las ovejas (2'4 y 4% respectivamente), al contrastarlas con los poreentajes de
Cova d'Or (12), que son de un 18'9% para las ovejas y un 2'6% para las cabras, y los de
(U ) J . BOESSN'ECK, H. H. MULLER y M. TEICHERT: .QsteOiogisehe Unterscheidungsmcrkmale ~wiachen Schaf (·Ovis aries-.
Linnt!) und Ziege (•Capra hireus>, Linné)o. Kiihn·Arehiv., 78, Berlin, 1964. pqa. 1·129.
(12) M. PtREZ: ·La fauna de vertebradOS>. En B. Martí et alü: ·Cova de fOr (Bcniarréa, Alicante). Vol. u•. Servicio de investigación
Prehistórica, Serie Tl"aba.jos Varios. 65, Valencia, 1980, págs. 193-255.
- 227-
[page-n-228]
CJ)
E.c. E.h. B.t. 0/C O.a. C.h. S.d. C.f.
B.p. C.p. C.e. C.c.
S.s. O.c. L.c.
C.L
F~
F.s.
E.
Te.
Ave TOTAL]
N. m
N.II
N.I
TOTAL
NR
4
13
85
11
5
29
1
14
65
20
1
3
251
%
N. IV
4'5
5'1
33'8
4'3
1'9
11'5
0'3
5'5
25'8
7'9
0'3
1'1
100
NR
4
25
110
16
19
93
23
166
1
2
54
1
1
515
%
0'7
4'8
21'3
3'1
3'6
18
4'4
32'2
0'1
0'3
10'4
0'1
0'1
100
NR
8
1
54
180
34
11
108
23
210
2
1
71
2
2
4
1
711
%
1'1
0'1
7'6
25'3
4'7
1'5
15'2
3'2
29'5
0'2
0'1
10
0'2
0'2
0'5
0'1
lOO
NR
20
97
229
40
26
151
3
1
37
282
4
3
128
6
10
1
2
3
1.043
%
1'9
9'3
21'9
3'8
2'4
14'4
0'2
0'09
3'5
27
0'3
0'2
12'2
0'5
0'9
0'09
0'1
0'2
100
NR
36
189
604
101
61
381
4
1
97
723
7
6
273
8
1
3
11
1
6
7
2.519
%
1'4
7'5
23'9
4
2'4
15'1
0'1
0'03
3'8
28'7
0'2
0'1
10'8
0'3
0'03
0'1
0'4
0'03
0'2
0'2
100
~L...-.
-
Cuadro 2.-NR por niveles
~
~
N
E.c. E.h. B.t. 0/C O.a. C.h. S.d. C.f.
N. IV
NMI
3
10
%
4'6
NMI
O.c. L.c.
C.L
F~
F.s.
E.
Te.
Ave TOTAL
6
5
6
1
2
64
15'6 40'6
6'2
1'5
9'3
7'8
9'3
1'5
3'1
100
2
10
48
16
7
18
1
2
16
1
1
122
1'6
8'1
39'3
13'1
5'7
14'7
0'8
1'6
13'1
0'8
0'8
100
NMI
3
1
18
37
12
7
25
1
1
9
1
2
2
1
119
2'5
0'8
15'2 31'3
10'1
5'9
21'1
0'8
0'8
7'6
0'8
1'6
1'6
0'8
100
NMI
5
29
36
3
1
7
27
3
2
23
2
3
1
2
2
202
%
N.I
1
%
N.II
4
%
N. m
2'4
14'3 27'7
17'8
1'4
0'4
3'4
13'3
1'4
0'9
11'3
0'9
1'4
0'4
0'9
0'9
100
13
67
167
68
4
1
27
75
5
5
54
3
1
3
4
1
4
5
506
2'5
13'2
33
13'4 0'7
0'1
5'3
0'9
0'7
10'6
0'5
0'1
0'5
0'7
0'1
0'7
0'9
100
TOTAL NMI
%
26
B.p. C.p. C.e. C.c. S.s.
56
· · - L__
-- - - L_.
-
14'8
- -
·--
Cuadro 3.-NMI por niveles
Abreviaturas: E.c.=Equus caballus; E.h.=Equus hydruntinus; B.t.=Bos taurus; 0 /C=ovis/capra; O.a.=Ovis aries; C.h.=Capra hircus; S.d.=Sus domesticus; C.f.=Canis Familiaris; B.p.=Bos primigenius; C.p.=Capra pyrenaica;
C.e.=Cervus elaphus; C.c.=Capreolus capreolus; S.s.=Sus scropha; O.c.=Oryetolagus cuniculus; L.c.=Lepus capensis; C.l.=Canis Lupus; F.l.=Felis Lynx; F.s.=Felis silvestris; E.=Erinaceus; Te.=Testudo sp.
~
[page-n-229]
ERETA DEL PEDREGAL
7
la Sarsa, con un 14'4% y un 1'8% respectivamente. Si comparamos únicamente los restos de la cabaña de ovicaprinos, los porcentajes son de un 62% de ovejas y un 38% de
cabras en la Ereta, y de un 88% y un 22% respectivamente en Cova de l'Or.
Vamos a plantearnos el carácter de la explotación ganadera, es decir, si está destinada a la obtención de carne o de leche. Los grupos de edad darán respuesta a este extremo.
N. m
N. IV
Grupos
NMI %
o
I
II
m
IV
V
VI (a.)
VII (v.)
1
7
2
3
10
3
NMI
J
3'8
26'9 50%
o
7'6
11'5
38'5]
11'5 50%
N.ll
NMI %
%
2
4
8
5
2
21
6
M.l
NMI %
1
8'3
5
16'6 43'5% 4
10'4
6
4'1
1
16
43'7]
12'5 56'2% 4
4j
'1
2'7 j
13'5
10'8 45'9%
16'2
2'7
43'2 ] 54
10'8
%
2
9
13
10
2
15
5
3'ój
16
23'2
17'8
3'5
64%
2
::~] 35'6%
Media de todos los niveles
Grupo
Grupo
Grupo
Grupo
Grupo
Grupo
Grupo
I
II
m
IV
V
VI
VII
5
19
32
23
8
62
18
2'9%]
11'3%
19'1% 52'2%
13'7%
4'7%
37'1% 4 7'8%
10'7%
J
El porcentliYe medio del grupo de los viejos y adultos es de un 47'8% y el de jóvenes
y subadultos de un 52'2%. Es decir, algo más de la mitad de los animales era destinada
a la obtención de carne y el resto a la de leche y a la reproducción. En Cova de l'Or no
sucedía así, ya que el grupo de los jóvenes está representado por un 74% (J-4)-79%
(J-5), aspecto que lo relacionábamos con un equilibrio entre recursos y necesidades de
la población, que queda más patente al examinar el grupo de los animales muy jóvenes, que en l'Or alcanza un porcentaje del 20 (J-5) al 34% (J-4), mientras que en la
Ereta este grupo sólo llega al 2'9%. Es evidente que si en la Ereta no se está en condi,
clones de matar a las cabras y ovejas jóvenes y muy jóvenes en unos porcentajes semejantes a los de la Cova de l'Or, y es necesario esperar a un aumento del rendimiento de
la carne de estos animales (dentro del grupo de los jóvenes, los grupos predominantes
son el Ill y el !V), es debido a que la situación económica se encuentra en cambio con
respecto a Cova de l'Or, posiblemente a causa de la desproporción existente entre el
crecimiento del número de cabezas de ganado y el del número de habitantes ocurrida
en la evolución del Neolítico al Eneolítico.
-229-
[page-n-230]
M. PÉREZ RIPOLL
8
Si observamos los grupos de edad por niveles, podemos ver que en el Nivel 1 el porcentaje de individuos jóvenes es el más alto y el que más se acerca al de Cova de l'Or,
para descender en los restantes niveles. De ahí que consideremos al Nivel 1 como el enlace entre la evolución de los niveles neolíticos de Cova de l'Or con los eneolíticos de la
Ereta. A partir de este nivel, dicho grupo presenta unos porcentajes en descenso, que
son los que marcarían el cambio de la situación económica con respecto a Cova de l'Or.
En el yacimiento de Terrera Ventura (Tabernas, Almena) (13) la proporción de jóvenes y adultos es semejante a la de nuestro yacimiento, sin embargo, con los cerdos no
ocurre así, ya que casi todos son jóvenes.
La altura de las ovejas se ha determinado según los factores de M. Teichert (14).
Para la cabra no se ha podido calcular por no existir restos enteros.
LM
Metacarpo 127'7
Astrágalo
27'2
27'8
27
29
30
28
29
29'2
26
F actor
Altu ra en la cruz
4'89
62'4
22'68
61'6
63
61'2
65'7
68
63'5
65'7
66'2
58'9
EL GANADO BOVINO
El ganado bovino representa un porcentaje de participación no muy elevado, el
7'5% del NR y el 13'2% del NMI. Sin embargo, este porcentaje es mayor que el que corresponde a los yacimientos valencianos del Neolítico, ya que el de .la Cova de l'Or es de
un 2% y el de la Sarsa de un 5'5% (15).
Vamos a plantear la importancia económica del ganado bovino para la vida del poblado de la Ereta. La primera cuestión es la de examinar el carácter de la explotación
para poder conocer si la finalidad de este ganado era la de proveer de carne o la de ser
utilizado como animal de carga o en las labores agrícolas, además de proporcionar leche. Para ello analizaremos dos datos, el porcentaje de participación y los grupos de
edad.
(13) A. v. d. ORIESCH y A. MORALES: ·Los ....,tos animales del yacimiento de Tc!rrero Vcn~ura (Tabcma.s, Almeria)o. Cuadernos de
Prehistoria y Arqueología de la Universidad Aul.6noma de Madrid, 4, 19?7, págs. 16..:14.
( l
(15) J . BOESSNECK y A. v. d . DRIESCB: · Tierknochenfunde aus vier Sí!dspaniechen bGien• . En •S tud ien über frílhe
Ticrknochenfunde von der lbcrischen Balbinael•, 7.l\lílneben, 1980, págs. l.aL.
-230-
[page-n-231]
ERETA DEL PEDREGAL
9
El bajo porcentaje de participación en el NR y el NMI indica que la explotación del
ganado vacuno tenía la finalidad de ser utilizado como animal de carga y de trabajo en
las labores agrícolas y, probablemente, como animal de tiro del arado. El ganado vacuno que se cría con la finalidad de proporcionar carne, debe de tener un número de cabezas elevado para hacer rentable dicha explotación, lo que no es necesario si se emplea
para las labores agrícolas y de acarreo. Así parecen apuntar los pocos datos históricos
que existen; en la Castilla del siglo XVI, tan sólo un 25-30% de los agricultores poseían
una yunta, o una o dos mulas, animales que solamente eran dedicados a las labores
agrícolas y a las de acarreo, mientras que la actividad ganadera importante se basaba
en la cría de cabras, ovejas y cerdos (16). Es evidente la gran diferencia económica que
existía entre el período que estamos estudiando y el del siglo XVI, pero hay que tener
presente que gran parte de la actividad económica de Castilla en el siglo XVI era de
subsistencia, y en este sentido se asemeja a la de la Ereta. De todas formas, el dato más
significativo para con firmar nuestra hipótesis se basa en el estudio de los grupos de
edad.
Grupos
I
n
m
IV
V
VI (a.)
vn (v.)
NMI
%
o
1
5
1
6
32
22
1'4
7'4
o
1'4
8'9
J
19'5
47'7 ] 80'5
32'8
Los grupos de los adultos y los viejos predominan ampliamente sobre los de los jóvenes, de lo que se desprende la utilización de estos animales para las labores agrícolas
y las de carga. Los animales criados con el fin exclusivo de obtener carne son muy pocos. Una vez que el animal ha cumplido con su tarea, era sacrificado, proporcionando
carne como actividad secundaria. Esta representación coincide con la edad de muerte
de Fuente Flores (17).
EL CERDO
Los porcentajes sitúan al cerdo en el tercer lugar, tanto por el NR como por el NMI,
con un 15'1% y un 13'4% respectivamente.
El aspecto más interesante del cerdo es la distribución de los grupos de edad:
(16) N. SAWMON: •La vida rural casteUaoa en tiempos de Felipe D·. Barcelona, 1973.
(17) J . JUAN..CABANlLLES y R. MARTÍNEZ VALLE: q'uente Flores (Requena, Valencia). Nuevos datos sobre el poblamienw y la
eeonomfa del Neo-EneoUtic:o-. Archivo de Prehiswria Levantina, xvm. Valencia, 1988, p4p. 181·231.
-231 -
[page-n-232]
10
M. PÉREZ RIPOLL
N.IV
Grupos NMI
I
II
III
IV
o
o
o
o
V(a.)
VI (v.)
4
%
o
N.m
NMI
%
o
100
1
4
3
7
1
N.ll
NMI
N.I
%
o
6'2
25
18'7
43'5
6'2
4
1
33'3
6'2
7
58'3
o
o
TOTAL
NMI
%
NMI
3
3
8
1
20
1
8'3
8'3
22'2
2'7
55'5
2'7
3
7
13
4
38
2
%
~·]
10'4
40'1
19'4
5'9
56'7] 59'6
2'9
Estos porcentajes son llamativos por la abundancia de individuos adultos y la relativa importancia de los jóvenes. En Cova de l'Or los porcentajes de los cerdos jóvenes
son bastante más elevados, situándose en un 73'9%; esta cifra coincide perfectamente
con la de los grupos jóvenes de los ovicaprinos, que en este yacimiento se sitúa entre un
74'4 (J-4) y un 79% (J-5). También hay una cierta coincidencia en la Ereta, ya que el
porcentaje de los ovicaprinos jóvenes es de 52'2% y el del cerdo de un 40'1%.
Los animales muy jóvenes representan sólo un 4'4%, mientras que en l'Or son un
37% en el Sector J -4 y un 11% en el Sector J-5. Podemos observar que en este grupo de
edad los porcentajes del cerdo también están cercanos con los de los ovicaprinos, tanto
en l'Or, que llegan al20 (J-5) y 34% (J-4), como en la Ereta, que se sitúan en un 2'9%.
Gran parte de los cerdos son, por tanto, matados adultos para que alcancen el máximo peso en carne y grasa y se pueda obtener el mayor rendimiento. De esta manera,
estos datos vienen a corroborar el cambio de la situación económica durante el Eneolítico que analizamos al estudiar el ganado bovino y el ovicaprino. En Cova de l'Or la
mayor parte de los cerdos no llegan a alcanzar un máximo rendimiento de carne, mientras que en la Ereta el aumento de la demanda de productos alimenticios condiciona la
selección de la edad con el fin de obtener animales que consigan el mayor peso.
Respecto a la altura, hemos aplicado los factores de M. Teichert (18) para los pocos
restos enteros que existen:
LM
Factor
Altura en la cruz
Mtcm
62'8
10'72
67'3
Astrágalo
37
36'5
34
41'4
35'5
38
35'7
17'9
66'2
65'2
60'8
74'1
63'5
68
63'9
(18) TEICHERT: Op. cit. nota 8.
-232-
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11
ERETA DEL PEDREGAL
EL CIERVO
El ciervo ocupa el segundo lugar tanto en el NR como en el NMI, con un 28'7% y un
14'8% respectivamente. La abundancia de ciervos es llamativa si tenemos en cuenta
que en Cova de l'Or sólo representa el 5'9% del NR y en la Sarsa el 4%. Sin embargo,
debería de suceder todo lo contrario, pensando que el Eneolítico es una evolución del
Neolítico y el avance de la agricultura y ganadería haría retroceder a los animales salvajes. ¿Cómo podría explicarse esta abundancia de ciervos?
Pensamos que hay dos razones. La primera habría que buscarla en el aumento de
las necesidades alimenticias del poblado; si la ganadería no es suficiente para cubrir estas necesidades, se hace viable continuar y aumentar la caza, que no se interrumpió
durante el Neolítico. La segunda razón podría encontrarse en la propia abundancia de
rebaños de ciervos por las condiciones ambientales del valle y de sus alrededores, que
favorecerían su desarrollo y harían rentable la práctica de la caza, que llegó a alcanzar
un puesto importante en la provisión de carne al poblado. Sin embargo, observamos
cómo ya en el N. IV los porcentajes tanto en el NR como en el NMI son más bajos, lo
que coincide con el análisis de polen que muestra cómo en este nivel se ha llegado al
mayor retroceso del bosque por la práctica de las rozas; con la degradación de las condiciones ambientales las manadas de ciervos estarían en retroceso.
Uerpmann (19) apunta que la abundancia de la caza sería una forma de proteger
los cultivos de sus depredadores y, por tanto, una prueba del desarrollo de la agricultura. Creemos que su punto de vista se complementa con el que anteriormente hemos
expuesto, ya que, además de proteger los cultivos, se provee de carne y se cubren las
necesidades existentes en el poblado, que como ya hemos indicado al estudiar los animales domésticos experimentaron un cambio con respecto a l'Or.
En Fuente Flores (20) el ciervo también ocupa un lugar relevante, pues es la segunda especie más representativa (17% del NR). Este dato pone en evidencia, y en este
yacimiento aún más, la importancia de la caza durante el Neolítico final y el campaniforme, siendo coincidente con la Ereta.
Los grupos de edad de los ciervos abatidos son los siguientes:
N .IV
N.ll
N.m
Grupos NMI
%
NMI
%
NMI
1
II
20
1
2
3
4
6
2
5'5
11'1
16'6
22'2
33'3
11'1
1
2
3
5
12
4
m
1
o
1
20
3
60
IV
o
V (a.)
VI (v.)
o
TOTAL
N .I
%
3'7
7'4
11'1
18'5
44'4
14'8
NMI
%
NMI
29'6
22'2
37
11'1
3
4
15
15
29
9
o
o
8
6
10
3
%
J
5'3
4
19'8 48'3
19'8
39'5] 51'4
11'9
(19) B. P. UERPMANN: •Informe eobre los restos faonísticos del eorte núm. 1•. En A. Arribas y F. Molina: ·El poblado de los Caatillejos
en laa Pei'laa de 1001 Gitanos (Montefrío, Granada).. Granada, 1979.
(20) JUAN.cABANILLES y MAR11NEz VALLE: Op. eiL nota 17.
-233-
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12
M. PÉREZ RIPOLL
Estos porcentajes difieren de las edades de los ciervos del yacimiento musteriense
de Cova Negra (21), en el que existe una selección muy acentuada, con un porcentaje de
animales jóvenes (incluyendo el grupo IV) de un 68%, destacando el grupo IV con un
46% de individuos, en el Sector B, y de un 64%, con un 39% para el grupo rv, en el Sector E . Esta diferencia de porcentajes con la Ereta es debida a que la caza ha dejado de
ser una actividad predominante, y la selección del ciervo ha dejado de tener la importancia que anteriormente tenía, en especial la practicada en el grupo IV, para la supervivencia de las manadas.
El predominio del grupo de adultos y viejos concuerda con la edad de los ciervos que
aparecen pintados en los abrigos correspondientes al Arte Levantino. Los ciervos con
las cornamentas plenamente desarrolladas se nos muestran como verdaderos trofeos de
caza, que subrayan la importancia que este animal tenía en la actividad cinegética.
EL CABALLO. LA PROBLEMÁTICA DE SU DOMESTICACIÓN
Los restos de caballo existentes en este yacimiento son muy importantes para poder
afrontar el problema de su domesticación. La teoría que fijaba como único centro de domesticación del caballo las estepas de la Europa Oriental se va desechando. G. Nobis
(22) admite la posibilidad de la domesticación en dos áreas independientes, las estepas
de la Europa Oriental a partir del Equus ferus gmelini y la Europa Central y Occidental a partir del Equus ferus solutrensis (que en la terminología de F. Prat (23) equivale
al Equus caballus gaUicus ).
J. Boessneck, A. v. d. Driesch y H. P. Uerpmano basándose en la investigación de
varios yacimientos ibéricos señalan la posibilidad de la domesticación del caballo en
nuestra Península. J. Boessneck (24) comenzó a plantearse la cuestión a raíz de la excavación del poblado de Cerro de la Vrrgen, admitiendo la probabilidad de su domesticación en niveles calcoliticos. A. v. d. Driesch (25) acepta igualmente esta posibilidad
para dicho yacimiento. Por tanto, España pudo convertirse en un centro de domesticación del caballo (26). A raíz de la excavación de Zambujal, la posibilidad se situaba
ahora en los niveles precampaniformes, dando por sentado que ya estaba domesticado
durante el campaniforme (27). H. P. Uerpmann (28) siguiendo en esta línea admite que
(21) M. PÉ REZ: . Los mamíferos del yacimiento musterienae de Cova Negra (J átiva, Valencia)•. Servicio de tnveatigación Prehistórica,
Serie Trnbllioa Varios, 53, Valencia, 1977.
(22) G. NOBIS: •Vom Wildpferd zum Hauspferd•. Fundamenta, band 6, 1971.
G. NOBIS: •Origen, domesticación y prehistoria del caballo doméstico.. Noticias Médico-V
ctcrinruill8, Madrid, 1974, pág!i. 215-230.
(28) F. PRA.T: ·Rcch erchcs sur lea Equidés pleis tocAnes en Fraru:e•. Tesis doctcral, Burdeos, 1968.
(24) ,J. BOESSNECK: .Resla6 óseos de animales del Cerro de la Virgen, en Orce, y del Cerro del !Wa l, en Ga.l era (Gronads)•. Noticiario
Arqueológico H ispánico, X-XJ-XU, Madrid, 1969, págs. 172·189.
(25) A. v. d. DRJES CH: •OaiA!Oarchllologische Untersuehungen auf der lberischen Halbinael•. En •Stud.icn Uber frühe Tim:knochen·
fu nde von der lherischen Halbinsel•, 3, München, 1972.
(26) J . BOESSNECK: •Was weiu man von del alluvial vorgescbichtliehen Equide.n dcr Ibcrisehen l:lalbinscl?•. En •OomestikationsforiiChung und Gescbichto der Haustiere.. Budapest, 1973, págs. 277-284.
(27) A. v. d. DRIESCH y J . BOESSNECK: •Die fauna vom Castro do Zambujal. Fundmatcrial dcr Grabungcn von 1966 bis 1973 mil
Ausnahme der Zwingerfunde•. En ·Studien über frühe 'lierknochenfunde von dcr lherisehen Halbinscl•, 5, München, 1976, págs.
4-127.
(28) H. P. UERPMANN: •"Equus (Equus) caballus• und "Equus (Aainus) hydruntinus" i:m PoetplciaiAnlln der Ibcrisehen Halbinsel
(PeriAIIodaetyla, Mammalía)o.. Sá~tirkundliehe Mitt.eílungen, 24, Mílnehen,l976, págs. 206-218.
H. P. UERPMANN: •Eievage néolithique en Espagne-. En •L'élevage en Médjterranée oecidentale•. Aet.es du CoUoque
lntemstional de l'ln.stitut de Recherches Méditerranéennes. C.N.R.S., Parls. 1977.
UERPMANN: Op. eit. nota 19.
-234-
[page-n-235]
ERETA DEL PEDREGAL
13
la domesticación pudo iniciarse en los niveles precampaniformes de Los Castillejos en la
Peña de los Gitanos (Montefrío, Granada), por lo que la Península Ibérica se convertiría
en el centro de domesticación del caballo más antiguo de Europa Occidental y CentraL
Siendo este el planteamiento sobre la domesticación del caballo, los restos aparecidos en la Ereta cobran una gran relevancia. Nuestra opinión sigue la misma dirección
que las anteriormente expuestas, y creemos que efectivamente la domesticación del caballo pudo realizarse en el Neolítico final, que es el momento a que corresponde el nivel
l. Las razones de dicha afirmación las basamos en los argumentos que a continuación
vamos a exponer.
La aparición constante de restos de caballo a través de todos los niveles puede indicar que este animal ha entrado a formar parte de una explotación ganadera. Esta cuestión aparece más evidente cuando analizamos los restos de caballo en yacimientos del
Epipaleolítico y Neolítico, cuya frecuencia se hace esporádica; así lo podemos comprobar en los yacimientos neolíticos de la Sarsa (29), Cova de l'Or (30), Barranc Fondo
(31), y en los niveles epipaleolíticos de Mallaetes y Volcán (32) y en el yacimiento de la
Cocina, que actualmente estamos estudiando. Esta diferencia en la frecuencia de la
aparición marca una disparidad en el tratamiento del caballo, ya que de un carácter es~
porádico pasamos ahora a una presencia constante, aunque con unos porcentajes bajos.
Podríamos pensar que este hecho podría deberse a condiciones ambientales que favorecieron la relativa abundancia de caballos en la Ereta; pero estas condiciones también
las ofrece la Cova de l'Or, Sarsa y el Volcán, que dominan amplios valles, y estos animales son, sin embargo, esporádicos. Por tanto, la variación del número de restos a partir
del Neolítico Final puede ser indicativa de una transformación del estado del caballo.
Se puede argumentar en contra que el porcentaje es muy bajo, tan sólo de un 1'4%,
pero estos porcentajes bajos también se encuentran en poblados de la Edad del Bronce,
como Cabezo Redondo (33), en los niveles de esta época del Cerro de la Vrrgen, Cerro
del Real (34), Monachil, Purullena (35), o en poblados de época tartésica y fenicia como
Cerro de la Tortuga y Toscanos (36). En su mayoría el porcentaje no alcanza el 1%.
Bokonyi (37) y G. Nobis (38) opinan que a través del tiempo se produce una disminución del tamaño de los caballos a medida que la selección se va acentuando. A este
respecto, nuestros restos son más pequeños que los pertenecientes al Paleolítico de Europa Central y Oriental, y también los de Francia (39). Sin embargo, entran dentro de
(29) BOESSNECK y ORIESCH : Op. cit. nota 15.
(80) PÉ REZ: Op. cit. nota 12.
(31) UERPMANN: Op. cit. nota 28, 1976.
(32) l. DAVIDSON: •La ooonomla del fl nal del Paleolítico en la Es paña oriental•. &rvicio do lnvcatigoción l'rchistórica, Serie Tl'abajos
Varios, 86, Valencia, 1989.
(33) A. v. d. DRI ESCH y J . BOESSNECK: •Die fauna des "Cabezo Redondo" bci Villcna (Prov. Alicante).. E n •Studien Ubcr frühe
T'icrknochcnfundo von dcr lbcriachen H albinsel•, 1, Münchcn, 1969, págs. 43-90.
(34) ORIESCH: Op. ciL nota 25.
(35) H. D. LAUK: •TicrkMchenfunde aus bronzezeiUichen S iedlungen bci Monachil und Purullcna (ProviiU Granada)•. En ..Studien
über frühe Ticrknochcofunde von der lberischen Halbinsel•, 6, München, 1976.
(36) H. P. y M.. UERPMANN: o
der l'rovinz Má laga in Südspanien•. En •Studien über frühe Ticrknochenfunde von der lberischcn Halbinscl•, 4, Münchcn, 1973,
págs. 36-83.
(37) S. BOKONYI : · Hiatary of Oomestic Mammals in Central and Eastern Europc•. Akadémiai Kiadó, Budapcst, 1974.
(38) NOBIS: Op. ciL nota 22, 1971.
(39) PRAT: Op. cit. nota 23.
V. E lNS MANN: •Lea chcvauJ< ("Equua• seosu lata) fossiles el actuels: crAnes et denta jugalea aupéricurcs•. Editions du
C.N.R.S., Parla, 1980.
-235-
[page-n-236]
14
M. PÉREZ RIPOLL
la variación de los caballos de Parpalló, Volcán y Mallaetes (40), aunque por debajo de
las medias, pero corresponden perfectamente con las de los caballos de Zambujal (41), y
de todos los yacimientos citados anteriormente. ¿Se puede decir que existe una reducción del tamaño del caballo de la Ereta? La respuesta queda en el aire hasta que dispongamos de más datos.
En Fuente Flores, el caballo es la especie más representativa con un 33% sobre el
total del NR. Hecho sorprendente y muy significativo. La edad indica que una parte de
los caballos de este yacimiento fueron matados para obtener su carne, pues de los 7 individuos representados por el desgaste de los dientes, 4 son jóvenes. Esta muestra de
edad, aunque pequeña, es sin embargo muy interesante, pues corresponde a una práctica selectiva propia de una explotación ganadera por el lugar que ocupan los animales
jóvenes.
A estas consideraciones, hay que añadir otra más. Se trata de analizar la iconografía del Arte Levantino. Su inicio se ha fJjado en el fmal del V milenio (42), siendo el
Neolítico Final y el Eneolítico los momentos de su desarrollo según el tipo de puntas de
flecha de los arqueros (43), período que corresponde a la Ereta y a Fuente Flores. La te-mática central gira en tomo a escenas de caza y a animales relacionados con la actividad cinegética, principalmente ciervos y cabras monteses. Siendo así que los animales
salvajes son los más representativos, el caballo, por la importancia que tiene en Fuente
Flores y en menor medida en la Ereta, debería de ocupar una parte importante en la
iconografía levantina como así sucede con el ciervo, especie predominante en la Ereta o
relevante en Fuente Flores. Por el contrario, las escenas agrícolas y los animales domésticos están poco representados; los ovicaprinos y los bueyes son escasos, los caballos
también. ¿Significa esto que el caballo forma parte del conjunto de animales domésticos? La presencia constante a partir del Neolítico Final, la edad de muerte en el proceso
selectivo y el análisis iconográfico apuntan hacia una respuesta afirmativa.
EQUUSHYDRUNTINUS
Solamente hay un resto, pero es muy importante para poder seguir el agriotipo del
cual procede el asno doméstico; se trata de una falange III anterior. Este équido ha sido
determinado en las cuevas del Parpalló, Mallaetes y Volcán (44) y ha aparecido en niveles Neolíticos de Carigüela (Piñar, Granada) (45). En el yacimiento paleolítico de Cova
de Beneito (Alicante), también se encuentran restos del Equus hydruntinus. Como
forma doméstica es citado en varios yacimientos: en el poblado de San Pedro (Huelva)
(46), sin especificar si es de época púnica (siglo VII a. C.) o romana; la factoría de 'lbsca-
(40) DAVIDSON: Op. cit. nota 32.
(41) ORIESCH y BOESSNECK: Op. cit. nota 27.
(42) M. S. HERNÁNDEZ, P. FERRER y E. CATALÁ: .Arte rupestre en Alicante-. Alicante, 1988.
(43) M. F. GALIANA: •Contribución al arte rupestre levantino: An4lisia el.nOfl1'4fiCO de laa figuras antropomoñaa». Luuntum, IV,
Alicante, 1985, pága. 65-87.
(44) OAVIDSON: Op. cit. nota 32.
(46) UERPMANN: Op. cit. nota 28, 1976.
(46) A. v. d. DRIESCH: •Nahrungsreate tieriacber Hetkunft aua eioer t.art.eaaiacbeo und eioer apllhro.ueuíUieheo bis iberiacbeo
Siedlung io SGdapanieno. En .Studien über friihe Tierknochcnfunde voo der lberiacben Halbínael•, <4, Müncheo, 1973, págs. 9-31.
-23~
[page-n-237]
ERETA DEL PEDREGAL
15
nos (Málaga) (47), también sin nivel; el poblado y necrópolis de Cerro de la Tortuga
(Málaga) (48) de época fenicio-romana, que tiene el mismo inconveniente que los anteriores, no hay nivel; la cueva del Parralejo (Cádiz) (49), en un nivel de época ibero-romana; en los poblados de Cerro de la Vrrgen y Cerro del Real (ambos en Granada) (50),
pero en unos niveles de época musulmana; y, por último, en Motilla del Azuer (Ciudad
Real) (51), pero en un contexto que no parece ser prehistórico.
Las medidas de esta falange las hemos comparado con las de otra falange de la
cueva de Beneito:
Ereta
Nivel
n
Beneito
Paleolítico
ant.
LM
AM
AS
LS
Ldo
HM
post.
40'5
44'2
35'5
21
39'8
31
45'7
47
33
20'4
45
34'1
LAS RESTANTES ESPECIES
De las restantes especies cabe hacer las siguientes consideraciones:
De la cabra montés estamos preparando un estudio para poder seguir el tamaño de
este animal desde el Paleolítico a épocas históricas, y abordar el problema de separación de las formas salvajes más pequeñas con las formas domésticas de tamaño grande,
por lo que el comentario de las medidas de las cabras de este yacimiento lo incluiremos
en el estudio citado.
Respecto al conejo, estamos estudiando las variaciones existentes en el Paleolítico y
Postpaleolítico para seguir su evolución. Por otro lado, hay que constatar su poca importancia como fuente alimenticia.
Las demas especies no presentan particularidad alguna que centre nuestra atención.
SIGNIFICADO MEDIOAMBIENTAL DE LAS ESPECIES ESTUDIADAS
Los restos de fauna salvaje pueden aproximarnos a una visión general del medio
ambiente, que coincide con los resultados de los análisis de polen realizados por M. Dupré (52) en este mismo yacimiento, y los de sedimentología de P. Fumanal (53).
{47} UERPMANN, H. P. y M.: Op. cil. nota 36.
{48} UERPMANN, H . P. y M.: Op. cit. nota. 36.
{49} BOESSNECK y DRIESCH: Op. cit. nota 15.
(50} DRIESCH: Op. cit. nota 26.
(51} A. v. d. DRIESCH y J . BOESSNECK: oDie Motill.as von A:tuer und Loe Palacioa (Prov. Ciudad Real).. E n .Studlen über l'rühe
Tierlmochenfunde von der lberUchen Halbinsel•, 7, Mllnchen, 1980, págs.. 84-120.
(52} M. DUPRt: •Palinolog{a y paleoambienta. Nuevos datos españoles. Rcferendaao. Servido de lnvcatigadón Prehialórica, Serie
'l'rabll,joa Varios, 84, Val.e nda, 1988.
{53} M. P. FUMANAL: .sedimentologfa y clima en el País Valendano. Las cuevas habitada en el cuaternario rccicnt.eo. Servicio de
1nvestigad 6n Prehistórica, Serie Trabl\ios Varios, 83, Valencia, 1986.
-237-
[page-n-238]
16
M. PÉREZ RIPOLL
El corzo, que es la especie más indicativa de ambientes de bosque, está representado por cuatro restos en el Nivel I , descendiendo en los niveles posteriores hasta desaparecer en el N. IV Podemos interpretar estos datos como una progresiva disminución
del área del bosque por la acción del hombre en la búsqueda de espacios para practicar
la agricultura, destruyendo al mismo tiempo el hábitat del corzo. Los análisis de polen
corroboran plenamente esta visión, mostrándonos la existencia de una importante
masa arbórea en el nivel anterior a la ocupación del yacimiento, y la progresiva disminución del bosque a partir de la instalación del hombre en esta zona.
Esta transformación no ha sido producida por un cambio climático sino por la acción
antrópica, como así lo demuestra la existencia en casi toda la estratigrafía de pólenes
que corresponden a especies que aparecen en zonas que han sufrido incendios y que
acompañan a los cultivos.
Este análisis explica perfectamente que desde el Eneolítico a la Edad del Bronce la
población de corzos vaya disminuyendo; desde un número importante en Cova de l'Or
pas amos a hallazgos esporádicos en la Edad del Bronce, momento en el que la desforestación debería de llegar a un elevado nivel como lo demuestra la evolución de las muestras últimas del polen (de la 5 a la 0).
El ciervo tiene unas condiciones de adaptación al ambiente mediterráneo mayores
que el corzo, por lo que sus porcentajes de aparición son siempre más altos y s u pervivencia mucho mayor; sin embargo, estos porcentajes ya son muy bajos durante la Edad
del Bronce, como lo podemos ver en los trabajos de J . Boessneck (54), H . P. Uerpmann
(55), A. v. d. Driesch (56), y H. D. Lauk (57). Esta disminución está en relación con la
reducción de las áreas del bosque.
Del análisis de la fauna doméstica cabe destacar el aumento de los porcentajes de la
cabra respecto al Neolítico, que al pastar en las laderas montañosas contribuiría a la
degradación del medio una vez practicada la quema del bosque. Por el contrario, la
oveja debería de contribuir poco a dicha degradación , por ocupar las partes bajas del
valle y quedar sujeta a procesos de rotación de cultivos.
CONCLUSIONES
El estudio arqueozoológico de la Ereta del Pedregal ha puesto de manifiesto que la
caza tiene una gran importancia en la actividad económica del poblado, aspecto que se
corrobora en otro yacimiento de la misma época, Fuente Flores.
Los datos analizados parecen indicar que el caballo se encuentra domesticado, siguiendo un modelo económico que se acerca más al de la Edad del Bronce y se separa
de las culturas precedentes.
Del conjunto de animales domésticos, los ovicaprinos ocupan el primer lugar. Dentro de éstos la cabra adquier e más importancia que la que tenía en Cova de l'Or. Los
(54) BOESSNECK: Op. cit. nota 24.
(55) UERPMANN: Op. cit. noto 1!1.
(56) DRIESCH; Op. cit. noto 26.
(67) LAUK; Op. cit. oot.a 35.
-238-
[page-n-239]
ERETADEL PEDREGAL
17
restos de buey son pocos, lo que indica, junto a la edad de muerte, que este animal era
utilizado como elemento de carga y de tiro.
La edad de los ovicaprinos y de los cerdos demuestra que existe un cambio en las
prácticas selectivas con respecto a la Cova de l'Or. En la Ereta hay un equilibrio entre
animales jóvenes y adultos, mientras que en Cova de l'Or los jóvenes predominaban
ampliamente. Por otro lado, los animales muy jóvenes tienen unos porcentajes de participación muy bajos, mientras que son altos en Cova de l'Or.
De acuerdo con el estudio de las edades, los animales son sacrificados cuando alcanzan un mayor rendimiento en carne, lo que induce a pensar que las necesidades alimenticias del poblado son mayores, proporcionalmente hablando, que las de l'Or. Esta
situación concuerda con el elevado índice de animales salvajes. La caza era importante
en el valor global de las bases de subsistencia. Los recursos cinegéticos van disminuyendo, de modo que en la Edad del Bronce tienen una escasa participación con el conjunto de recursos de origen animal. La explicación de este hecho se encuentra en la progresiva degradación de los bosques y tal vez en la acentuación de la agricultura como
actividad económica que propicie un aumento de los recursos.
-239--
[page-n-240]
18
M. PÉREZ RIPOLL
APÉNDICE l . DISTRIBUCIÓN DE LOS lillESOS DEL ESQUELETO POR NIVELES
E.c.
B.t. 0/C
O.a C.h.
S.d.
C.f.
C.p. C.e.
Cuerno
C.l.
O.c. Ave
6
Maxilar
Mandíbula
Dientes aisl.
3
1
12
2
57
12
1
1
12
Vértebras
1
Escápula
1
1
Húmero
1
Radio
1
1
1
1
1
1
1
U1na
1
Carpo
1
Metacarpo
1
Pelvis
5
Fémur
2
Tibia
1
4
2
3
2
Calcáneo
5
1
Astrágalo
1
2
1
1
1
2
2
1
1
1
3
6
2
4
4
5
2
10
2
Metapodios
3
Falange 1
1
2
1
1
Falange III
TOTAL
1
2
Tarso rest.
4
10
2
1
Metatarso
2
1
3
Falange II
2
1
4
13
85
2
3
11
5
29
NIVEL IV
-240-
2
1
14
65
1
20
3
[page-n-241]
ERETA DEL PEDREGAL
E.c. B.t.
0 /C
19
O.a C.h. S.d. C.p . C.e. C.c.
Cuerno
S.s.
O.c.
FJ.
F.s.
3
Maxilar
Mandíbula
Dientes ais1.
3
2
15
2
75
Vértebras
Húmero
5
42
3
2
2
3
Escápula
57
4
1
1
5
Ulna
2
Carpo
1
1
2
1
4
5
4
2
3
4
Pelvis
2
1
1
Metacarpo
1
1
1
1
Fémur
Tibia
3
1
4
7
2
1
1
10
1
10
7
Patella
1
1
Calcáneo
1
Astrágalo
2
1
1
3
1
11
8
4
3
2
3
3
Metatarso
1
4
3
6
5
1
1
Meta podios
1
9
3
2
1
3
Falange m
5
10
5
25
1
Falange II
TOTAL
1
3
2
2
Falange I
7
1
Radio
Tarso rest.
4
7
10
3
20
3
1
7
93
23
116
2
4
25
110
16
19
NIVEL m
- 241-
1
1
1
2
54
1
1
[page-n-242]
M. PÉREZ RIPOLL
20
E .c. E.h. B.t. 0 /C O.a. C.h.
Cuemo
1
S.d. C.p. C.e. C.c. S .s. O.c. L.c.
1
1
Cráneo
2
2
8
6
23 101
42
8
1
Maxilar
F.l. Ave
MandJbula
Dientes aisl.
1
1
Vértebras
3
Húmero
2
1
2
4
3
1
5
7
7
3
2
Ulna
1
8
6
2
5
4
4
1
2
4
3
3
Carpo
2
7
Metacarpo
35
2
Escápula
Radio
6
2
1
Costillas
3
1
1
Pelvis
2
6
3
1
1
5
1
2
20
2
Tibia
1
Patella
5
7
8
15
3
1
Fémur
1
5
1
1
10
9
Astrágalo
Tarso rest.
3
5
1
2
3
1
1
4
2
3
2
1
1
Calcáneo
11
1
12
1
1
1
4
Metatarso
10
Metapodios
2
1
Falange I
Falange U
TOTAL
1
7
1
7
1
7
3
8
14
1
1
13
2
30
5
1
8
7
1
1
4
3
2
6
2
54 180
34
23 210
2
1
19
4
5
Falange ill
1
5
4
2
3
8
2
11 108
NIVELll
-242-
1
1
71
2
2
1
[page-n-243]
21
ERETA DEL PE DREGAL
E .c. B.t. 0/C O.a . C.h. S.d. C.f. B. p. C.p. C.e. C.c. S.s. O.c. L.c. F.s. E. Ave
3
Cuerno
1
Cráneo
20
1
1
Maxilar
2
13
Mandibula
1
5
12
Dientes aisl.
2
29
48
56
1
9
3
8
Vértebras
Escápula
1
6
37
10
28
3
Ulna
7
2
4
1
9
6
Pelvis
8
4
3
6
S1
3
16
4
3
21
1
4
4
25
9
1
2
17
Tibia
7
1
Fémur
7
1
1
6
3
Carpo
1
Húmero
Radio
Metacarpo
2
1
5
7
1
1
2
4
1
1
6
3
4
S
9
S
2
10
5
1
24
3
21
1
2
84
1
4
1
1
1
1
2
1
1
Patella
Calcáneo
Astrágalo
2
Tarso rest.
1
Metatarso
2
2
3
1
1
3
5
1
9
4
1
1
1
1
1
2
4
1
21
7
1
Falange I
1
4
Falange Il
1
6
Falange ID
3
1
8
31
2
4
Meta podio
1
3
1
1
5
1
2
2
2
3
8
97 229 40
26 151
1
17
2
19
2
12
1
1
5
1
1
Sesamoideos
TOTAL
1
6
2
3
1
2
37
1
6
3
2
4
2
1
6
20
3
1
NIVEL 1
-243-
37 282
4
3
128
6
10
1
3
[page-n-244]
M. PÉREZ RIPOLL
·22
APÉNDICE II. TABLAS OSTEOMÉTRICAS
Equus caballus
p3
M2
Ds
Nivel
m
Nivel
JI
Nivel
1
L
28'1
25'4
26
25'1
L
26'5
22'6
22
L
36
19'4
A
L2cm.
A
A
L2cm.
A
Astrágalo
Radio
Nivel
n
Ap
Ad
70
Tarsi centrale
Nivel
1
Nivel
1
BM
56'8
58'6
50
58'8
AM
48
AM
Md
69'5
LmT
Metacarpo
Metatarso
Nivel
1
n
Nivel
1
Ad
44'6
45'2
Ad
45
Falange!
Nivel
m
n
44'4
poet.
1M
77'4
Ap
ASp
Ep
AmD
Ad
ASd
Sup.
Nivel
ant.
LM
Ap
ASp
Ep
AmD
Ad
32'8
40
Falange m
Falange U
Nivel
51
post.
post.
41'5
47
47'8
50'8
41'1
31'6
40'5
47'9
48'2
41'2
30
38'5
41'5
39
42
44
ant.
1M
AM
LS
AS
Ldo
-244-
54
63'2
24
41'3
49'8
ant.
24'2
41
ant.
72
52'8
83'3
51'6
46'3
34'7
33'4
44
41
31
42'8
[page-n-245]
23
ERETA DEL PEDREGAL
Bos taurus
Ms
Húmero
Nivel
m
L
35'8
n
37
1
39'5
27'8
Nivel
35'5
Radio
37'3
Ad
33'6
1
67'2
(e)
Pelvis
n
1
Ap
Ad
73'6
72
81'2
75
Nivel
1
Nivel
n
Ad
56'8
LM
AM
42'7
38
64'4
59
LA
66'3
Astrágalo
Tibia
Nivel
Nivel
AA
Patella
Falange!
n
LM1
64
58
36
43'6
LMm
EL
Ad
Nivel
n
66'8
62'6
37'3
43'2
Nivel
LMpe
Ap
AmD
Ad
55
31'2
26'3
1
24'5
68
36'2
34'5
30'3
53'5
28'2
23'1
66
32
26'8
32'2
65
37'6
31'2
34'6
Falange u
54'4
32'4
27
28
33'3
Falange m
Nivel
n
LMpe
Ap
AmD
Ad
40
29'2
22'3
23'3
Nivel
38'2
30
23'6
26'2
30'5
27'7
19'5
22
32
25
19'7
22'8
34'7
24'5
19
35'5
25'2
20
21
A.sQ-ágalo
36'7
31'3
25
26'8
m
Ldo
1
55
77'5
LDB
Metatarso
Nivel
IV
LM1
m
37
92'8
17'8
LMm
El
Ad
Nivel
n
36'5
34'5
18'9
22'5
34
32
18
35'5
32'5
17'5
22
38
34'5
19'8
22'2
41'1
21'8
35'7
32'3
18'4
21'2
m
LM
Ap
12'8
13'7
12'8
13'7
Mtt ill
51'3
Mtt ll
Falange !
Nivel
LMpe
Ap
AmD
Ad
n
IV
13'5
30'9
15'2
11'3
15'4
29'5
13
10'7
1
37
15
12'2
35
15
12'8
32'6
14'6
11'5
-245-
34'2
15'3
12'2
14
32'8
12'5
14
34'5
14
11'8
34
14
11'2
37'4 40'6
15 17'5
12'3 14
[page-n-246]
24
M. PÉREZ RIPOLL
Falange U
m
Nivel
IV
LMpe
Ap
AmD
21'8
14'8
12'2
Nivel
n
LMpe
Ap
21'3
15
13
AmD
20'5
15'8
13'3
22
15'2
12'7
22'3
16
12'8
24
15'6
12'8
20
13
10'8
25
15'8
13'3
23'7
14'3
12
23'1
14
11'2
20'5
13
11'3
28
29'4
r
21'5
13
10'5
22'2
14'1
11'2
21'2
14'4
12'5
25'6
17'5
14'2
21'2
14'1
11'2
23
14'3
12'3
Falange m
rr
Nivel
m
LDB
31'1
26'5
1
29
29'8
32
32
28'3
29'8
30'3
29
Capra-Ovis
Ms
Nivel
IV
1
L
35
31'7
28'5
21'8
Escápula
l
M3
Nivel
u
o
LMP
LS
AS
LmC
Húmero
Nivel
e
e
e
30'1
24
19'2
17'7
30
24
18'8
16
29
22'2
18'3
31'2
24'5
19'3
17'4
Radio
m
u
Nivel
o
Ad
AT
o
31'7
26'8
20'1
17'3
19'3
32
1
e
e
e
o
e
o
26'2
28'1
28
26
25'2
29
27
25'5
27'2
Ap
Metacarpo
Nivel
o
o
22'1
127'7
21'2
11'1
23
AmD
Ad
1
o
o
o
30
31'2
30'7
25'2
Fémur
n
m
LM
Ap
u
o
e
1
o
e
o
Nivel IV
o
o
o
o
o
EC
21'2
23'1
22'5
14'3
25
22'1
23'7
-246-
23'8
24'4
o
19'6 19'1
[page-n-247]
ERETA DEL PEDREGAL
25
Tibia
Centrotarsal
m
o
o
o
e
o
23'3
Ap
Ad
n
o
Nivel
25'3
25'6
20'6
23
24'8
Nivel
e
AM
o
e
25
n
21'5
23
34'3
Astrágalo
m
IV
Nivel
e
o
26'6
LMl
LMm
El
o
27'2
25'1
14'2
23'1
Ad
Calcáneo
LM
e
e
o
29'1 25'6
27
23'6
14'8 13
18'8 16
o
27'8
26
o
o
o
e
o
o
o
27
25'5
15'8
17
o
29
27'6
16'2
30
27'8
18'5
18'5
28
26'2
15'5
18'8
25'2
23'5
13
15'1
29
27'2
16'1
18
29'2
27'8
16'8
18'5
26
24'8
13'7
16'6
Falangel
n
J
o
Nivel
n
o
o
58
54
48'2
Nivel
m
n
cp
LMpe
Ap
AmD
Ad
oa
op
ep
ca
ca
op
40'6
12'2
10
12'5
32'6
12'2
9'3
37'2
11
8'2
10'2
31'2
10
7'8
31'4
11'5
9'3
12
39
14'4
11'7
13'2
37'3 36'5 33'7
11'2 11
10'5
8'1 7'8 8
10'8
10'3
m
n
Ap
AmD
oa
ep
ca
33'3 33
12
9 10
11
Nivel
J
e
LMpe
op
Falange m
Falange U
Nivel
J
e
e
e
o
o
o
20'8
11
7'8
20'2
10'3
7
22
10'9
8'9
28'5
13'5
10'2
21'2
11'5
8'8
19
20
20'8
9'8
6'5
o
e
e
o
22'1
12
8'2
24
10'3
7'1
21
10
6
1
e
o
LDB
.28
18
Sus domesticus
M3
Ms
Nivel
m
n
L
37'2
27'6
n
34'2
35
Escápula
1
Nivel
29'2 38'8
- 247-
m
LMP 30'5
AS
LmC 20'5
Húmero
n
Nivel
n
1
31
23'6
Ad
31'5
36'2
[page-n-248]
M. PÉREZ RIPOLL
26
Radio
Ulna
Nivel
Nivel
m
n
Ap
25'2
25
26
28
m
I
EPA
I
31'2
34
Metacarpo
38
36'5
36
36
Atlas
Tibia
Nivel
Nivel
Mtcill
Mtcll
LM
62'8
14
n
I
Nivel
24'8
m
27
30
HM
55'4
Ap
Ad
44'5
15'4
Bos primigenius
Falange U
Nivel
LMpe
47'8
36
32'2
34
Ap
AmD
Ad
Capra pyrenaica
~
Escápula
Clavijas de cuerno
Nivel
m
Nivel
n
L
20'5
DMB
DmB
44'3
41
Húmero
Nivel
59'5
52'8
59'7
52'5
n
Ad
At
34'1
32
Nivel
1
Ap
35
32'8
41'7
Calcáneo
Pelvis
33'2
27
LS
AS
LmC
32'8
25'2
22
19'8
25
Metacarpo
Radio
Nivel
LMP
49
I
Nivel
Ad
35
31
m
IV
27'2
1
32'3
35'8 36
36'5
Centrotanal
Metatarso
Nivel
lV
U
1
Ad
28
31'5
26
Nivel
1
Nivel
U
Nivel
1
LA
34
LM
70'3
Am
29'3
-248-
28
[page-n-249]
ERETA DEL PEDREGAL
27
Falange !
m
IV
Nivel
n
1
a
LmD
Ad
a
a
p
p
a
44
17
13'2
15'5
LMpe
Ap
a
46
18'3
13'3
17'6
40
44'7
15'5
12
47
15'3
11'2
13'8
47'1
15'5
11'8
14'4
16
13
15
18'8
11'3
14
Falange U
Nivel
LMpe
Ap
LmD
30
14'8
10'8
15'1
30'8
16'3
11'3
14
28'9
15'2
11'8
31'4
15'1
11
26
14
9'5
29'1
15'6
10'1
27'5
14'4
11
28'5
15'4
11'2
58'4
46
43'3
36
56'2
Falange m
Nivel
1
Nivel
LDB
32'5
1I
LMC
70'4
55'6
AScr
Cervus elaphus
M8
Escápula
Nivel
IV
n
L
29'8
28'8
Nivel
LMP
I.S
27'8
28
58'8
44'1
43'1
AS
LmC
Húmero
Nivel
56'1
Nivel IV
56'1 47'5
47
54'8
52
n
Ap
Ad
1
52
41'4
37'5
50'4
52
I
51'8
47'3
43
Metacarpo
U1na
53'5
Radio
n
Ad
41'6
51'1
40'5
34
Nivel
m
Nivel
46
Ap
Ad
42'5
Pelvis
n
EPA
40'5 48'6 41'8 46
Nivel
I
41
39
36'5
41'6
36'1
37
-249-
38
41
41'5
m
LA
AA
51
48'5
39'2
[page-n-250]
M. PÉREZ RIPOLL
28
Tibia
Nivel
Ap
Ad
m
n
67'7
45'5 48 48
75
44'6 49
Patela
44
68
73'8
54'5
47'2
40'8
42'4 47
40'5 42'4 45 46'3
Astrágalo
Nivel
I
Nivel
m
LM
34'2
LMI
LMm
El
53'2
50'1
29
36
Ad
n
54'5
52
30
34'2
47'2
44'6
26'8
30
49'8
46
23'1
30
Astrágalo (con t.)
56'6
53'8
31
36'3
47'5
50'6
47
31
27'4
50
48
31'8
26'3
Calcáneo
Nivel
47
51'2
49'3
31'6
28'7
Ad
52'6
48'1
33'8
29'2
51'5
49'2
39
27'8
m
LM
Nivel
LMI
LMm
El
51
47'3
28
32'6
102'6
n
120'2
Centrotarsal
113'5
120'2
106
107
Metatarso
n
Nivel
IV
m
AM
40'8
37'1
35'1
38
Nivel
38'6
37
36'9
36
LM
Ap
37'2
m
272
32
21
AmD
I
28
38'8
Ad
30
Falange 1
Nivel
m
IV
LMpe
Ap
18'2
AmD
Ad
61'5
19'2
15'9
64'2
20
15
17'2
Nivel
m
LMpe
Ap
AmD
Ad
51
17'5
13'6
17
66'5
20
16'7
19'1
50'4
55'2
14'2
17'5
17'1
19'8
51
20'2
16'5
20'3
50
18
14'2
17
46
18'5
14'2
17'5
49
16'8
14'2
17
46'5
16'2
12'8
53'8
21'2
16'3
52
56
17'6 19
14'6 15
18'1
n
51'6
17'2
14
17'1
51
18'2
14'6
17'6
48'5
18
14
52
18
14'5
53'1
20'6
15'2
47
17
13'2
53
19'7
18'6
15'1
- 250-
48'5 52'8
17'6 18'8
14'6 14'3
51
50'7
19'2 16'3
19'3 14'4
47'8
17
13'6
16'2
54'5
19'6
15'4
18'1
54'4
18'8
14'6
18'5
58
21
17
20
[page-n-251]
29
ERETA DEL PEDREGAL
.Falange U
Nivel
m
LMpe
A
p
AmD
37'1
18'5
13'2
Nivel
n (cont.)
LMpe
Ap
AmD
38'3
20'7
15'2
Nivel
1 (con t.)
LMpe
Ap
37
17
13'3
AmD
n
38'5
18
12'6
38'2
19'8
15'2
37'5
18'3
13'3
42'8
20
16
37
18'8
13'8
39'3
18'1
13'8
35'3
18
12'8
40'3
21
15'3
41'8
20'8
16'5
38'4
18
13'2
39'2
18
13'7
37
19'6
15'6
1
41'3
17'1
14'1
39
20'1
15'4
38'2
18'4
14
39'8
17'8
13'5
35'2
16'5
12'4
37
17'2
12'5
35
17'2
13
35'9
16'2
12'6
39'8
20'4
15'2
38'2
18'8
15
38'8
18'3
13'2
38'1
20'1
16'7
41
20'6
17'3
37'5
19'2
14
37
18'8
13'5
40
21
16'5
35'5
16'8
13'1
38'2
19'7
15'2
40'8
17'5
14'6
39'3
19'2
15
35
16'2
11'9
35'2
17'6
13
40'2
38'3
18'1
14
Falange m
Nivel
LDB
47
n
m
47'2
47
49'2
47'2
40'8
41
45'3
41'6
43
42'8
42
49'2 44
Capreolus capreolus
Falange m
Escápula
Metatarso
Falange !
Nivel
Nivel 1
Nivel
m
Nivel
1
Nivel
n
Ad
LMpe
Ap
37
12'2
8'6
10
LMpe
Ap
20'5
11'1
8'3
LDB
28
LMP
LS
AS
LmC
28'1
22'8
21'1
18
24'3
AmD
Ad
Falange U
AmD
30
Sus Scropha
Astrágalo
Tibia
Nivel
Ad
Falange m
Falange!
m
Nivel
11
Nivel
o
Nivel
m
37'2
LMI
49'5
26'2
29
LMpe
Ap
44
20'6
16'5
LDB
38'2
El
Ad
AmD
Oryctolagus cuniculus
Maxilar
Mandíbula
Nivel
m
Nivel
m
n
1
LSM
13'2
LSM
13'1
13
14'3
- 251-
13'7
13'7
13'6
14'8
15'2
13
[page-n-252]
M. PÉREZ RIPOLL
30
Escápula
Húmero
Nivel
m
LMP
n
8'4
8'1
Nivel
8'5
8'3
8'2
8'5
IV
m
Ad
1
8
n
8'4
1
8'8
8
8'5
8'7 8
8
Radio
Nivel
IV
m
Ap
Ad
5'1
5'5
n
6'3
1
5'5
6
5'8
5'8
6
5'8
6
5'8
6
5'5
Fémur
Ulna
Nivel
m
EPA
EmO
Nivel
7
7
6'3
7
6'7
7
6'8
7'2
6'8
m
n
Ap
Ad
8
7'6
IV
12'3
11'9
13'2
1
15'3
12'8
P elvis
m
Nivel
IV
LA
AA
8'8
8'2
Nivel
n (cont.)
LA
8'6
8'3
n
AA
8'6
8'2
7'7
8'3
7'4
8'3
8
8'9
8
8'1
7'2
8
7'2
8'8
8'1
8'1
7'8
8'5
7'3
8'4
7'8
9'1
8'9
7'9
8'6
8'1
8'7
7'5
9'3
8'5
8'1
7'2
8'2
8
8'1
8
8
7'5
7'5
7'2
8'8
8
Tibia
m
Nivel
IV
Ap
Ad
11
Nivel
n (cont.)
Ap
Ad
n
10'5 11'1 10'6 10'7
13'1
11
11'8
10'5
13'1
Nivel
13'7
10'2 10'4
10'5
13'6
10'2
11
11
LM
Ap
Ad
13'1
14
13'2
10'1 11'5 11'1 9'5
9'5
11
11'5
88'8 88'7
13'3 13'5
9'2 10'6
10'8
I (cont.)
Ap
Ad
14'3
10'4
14'1
10'8
11'4
10
10'7
10'5
11'3
-252-
10'4
10'2
9'8
10'8
10
11'4
11
10
[page-n-253]
ERETA DEL PEDREGAL
31
Calcáneo
m
Nivel
IV
1M
22 22'2 23
n
22'3
21'5
21'2
23
19'8 22'2
1
21 20'6
22'5 21'5 21'8 21'6 20'5 21'5 20'7
Metatarso
m
IV
1M
1M
1M
m
n
n
32'2
3
Nivel
30
31'5
28'2
33
33
28'8
31'2
Lepus capensis
Tibia
P elvi.B
Calcáneo
Nivel
n
Nivel
n
1
Ad
13'1
LA
AA
9'7
10'4
9'6
Nivel
LM
10'5
10
Canislupus
28'8
Felislynx
Canino
Radio
Tibia
Nivel
1
Nivel
m
HM
1M
AM
34
13'8
5'1
Ap
n
13'3
1
Ad
Ad
Nivel
21'5
17
Felis silvestris
M
,
Nivel
1
HM
22'3
5'4
3'9
LM
AM
22'8
5
3'8
Húmero
Radio
Tibia
Nivel
Canino
Nivel 1
Nivel 1
Nivel IV
Ap
Ap
Ad
L
8
16
-253-
1M
9'1 9
12'8
Ap
Ad
1
117
19'5 2'5 20'2
14
[page-n-254]
[page-n-255]
ARCHIVO DE PREffiSTORIA LEV
ANTINA
Vol . XX (Valencia, 1990)
M. PÉREZ RIPOLL*
LA GANADERÍA Y LA CAZA EN LA ERETA DEL PEDREGAL
(NAVARRÉS, VALENCIA)
La Ereta del Pedregal es un yacimiento clásico, sometido desde 1942 a numerosas
campañas de excavación. Además, este yacimiento está vinculado a la memoria de E .
Pla Ballester por su participación en las campañas de excavación y su estudio. Por otro
lado, la Ereta me evoca gratos recuerdos ligados a V. Pascual, quien estuvo al frente de
los trabajos de campo en distintas campañas. Así pues, sirva el presente trabajo como
un homenaje a E . Pla, de quien siempre conservaré un recuerdo entrañable unido a los
momentos de mi estancia en el Sl.P.
MATERIALES Y NIVELES
Los materiales estudiados proceden de las campañas de 1976 a 1979, dirigidas por
E. Pla, encargándose B. Martí de las labores de campo.
Han sido determinados los siguientes niveles (1):
Nivel l.- Corresponde al momento del inicio de la vida del poblado. Desde un primer momento aparecen las puntas de flecha como material lítico más sobresaliente. Algunas formas de cerámica sitúan este momento con el Neolítico fmal y el Eneolítico
pleno. La cronología se centra en la primera mitad del tercer milenio a. C.
Nivel !l.- Las puntas de flecha siguen predominando sobre el conjunto lítico. En la
cerámica no hay tipos significativos, apareciendo siempre sin decoración. Corresponde
al pleno Eneolítico, situado en la segunda mitad del tercer milenio a. C.
(•) Servicio de lnveatigaci6n Prebiat.óriea. Diputación Provincial 46003 Valencia .
J . BERNABEU: oLa Ereta del Pedregal (Navarrea, Valen cia) y loe inicioe de la Edad del Bronce.. XVI
Congreeo Nacional de Arqueología (Mun:ia-Cartagena, 1982), Zaragoza, 1983.
(1) E. PLA, B. M.ARTI y
-223-
[page-n-224]
M. PÉREZ RIPOLL
2
Nivel 111.-Aparecen los primeros objetos metálicos. En la parte superior de este nivel aparecen algunos fragmentos de cerámica campaniforme. Se encuentra entre el
Eneolftico final y los inicios de la Edad del Bronce, en el llamado Horizonte Campaniforme de Transición, situado en el dos mil a. C.
Nivel N - Pertenece al nivel superior, removido por las labores agrícolas. Los materiales se adscriben al Eneolítico, aunque hay otros, como dientes de hoz, que pertenecen
a la Edad del Bronce.
Tanto el nivel III como el IV corresponden a la transición del Eneolítico a la Edad
del Bronce, momento que ha sido denominado Horizonte Campaniforme de Transición,
perteneciente a un campaniforme avanzado.
METODOLOGiA
a) La edad de los animales
El cálculo de la edad de los animales está basado solamente en los dientes. Hemos
utilizado el trabajo de K H. Habermehl (2) para las especies domésticas; V. P. W. Lowe
(3), F. B. Skunke (4) y H. Eidman (5) para el ciervo. Para la cabra y oveja hemos empleado, además, la tabla proporcionada por J . M. Ewbank et alii (6), basada en un buen
número de man
Los grupos de edad los hemos establecido de la forma siguiente:
Cabra/oveja: Grupo 1 : M1 sin salir. Hasta los 3 meses.
Grupo 11 : M1 saliendo hasta M2 sin salir. De 3 a 9 meses.
Grupo m : M2 saliendo hasta M3 sin salir. De 9 a 16 meses.
Grupo IV : M3 saliendo. De 16 a 24 meses.
Grupo V : M3 poco gastado.
Grupo VI : Adultos.
Grupo VII : Viejos
Cerdo:
Grupo I
Grupo II
Grupo m
Grupo IV
Grupo V
Grupo VI
: M1 sin salir. Menos de 5 meses.
: M1 saliendo hasta~ sin salir. De 5 a 10 meses.
: M2 saliendo hasta M3 sin salir. De 10 a 19 meses.
: M3 saliendo. 19-20 meses.
: Adultos.
: Viejos.
(2) K. H. HABERMEBL: .Die Altersbestimmung bei Haus-und Labortieren•. Auflage, Berlln und Hamburg, 1975.
(3) V. P. W. LOWE: JI'eetb aa indicatora of age witb special referenoe to Red Decr (
(4) F. B. SKUNKE: •Uber Zahnentwicldung und Zahmabnutr:ung beim Rentier, vergllcben mit dencn bei einingen anderen Cerviden•.
Arlúv flSr Zoologi, 4, p4p. 1--4.1.
(5) H. EIDMAN: oAit.erserscbeinungen am Gebiss eles Rotbirscbers Mituilungen aus Fol'lltwt-Uchaft und Forsl.wiaaenachaft:o. Hel\ 2,
1932.
(6) J . M. EWBANK, D. W. Pl{ll.LIPSON, R. D. WHITEHOUSE y E. S. ffiGGS: ·Sbeep In tbe lron Age: a Metbod of Stucly•.
Proc:eedinp of tbe Preblstoric Society, 30, 1964, p4p. 423-426.
-224-
[page-n-225]
ERETA DEL PEDREGAL
Bovino:
Grupo I
Grupo IT
Grupo m
Grupo IV
Grupo V
Grupo VI
: M1 sin salir. Menos de 6 meses.
: M1 saliendo hasta M2 sin salir. De 6 a 18 meses.
: M2 saliendo hasta M3 sin salir. De 18 a 27 meses.
: M3 saliendo. De 27 a 30 meses.
: Adultos.
: Viejos.
Ciervo:
Grupo I
Grupo IT
Grupo !TI
Grupo IV
Grupo V
Grupo VI
3
: M1 sin salir. Menos de 8 meses.
: M1 saliendo hasta M2 sin salir. De 8 a 12 meses.
: M2 saliendo hasta M3 sin salir. De 12 a 28 meses.
: M3 saliendo. De 28 a 30 meses.
: Adultos.
: Viejos.
b) El número mínimo de individuos (NMI)
Para calcular el NMI hemos utilizado los dientes en las especies más representativas (oveja/cabra, bovino, cerdo y ciervo), puesto que es la parte más abundante, y en las
restantes (caballo, cabra montés, corzo y las demás especies) hemos usado, además de
los dientes, los huesos; por esta razón existe una sobrevaloración en el NMI de los animales menos abundantes. Al elegir los dientes como cálculo del NMI, éste coincide, por
tanto, con los individuos que componen cada grupo de edad.
El procedimiento que hemos empleado para obtener dicho cálculo es el siguiente:
primero, agrupamos los dientes por capas y sectores de cada nivel (por lo que el NMI ha
resultado elevado); a continuación, separamos los que corresponden al lado derecho y
los del lado izquierdo (por separado en mandlbulas y maxilares); posteriormente, calculamos la edad de los dientes para cada lado, sjguiendo la tabla anteriormente mencionada; y, por último, desechamos los dientes del lado que ya están integrados en el
mismo grupo de edad del otro lado.
El NMI proporciona unos datos que, según nuestra opinión, deben de tomarse con
precaución por la disparidad que pueda existir al compararlo con el NR (Número de
Restos). Por ejemplo, el ganado bovino sólo representa el 7'5% según el NR, y el 13'2%
según el NMI; la causa de esta diferencia es la abundancia de dientes de «Bos» frente a
los demás huesos de su esqueleto aparecidos en el yacimiento. Por el contrario, el ciervo
representa el 28'3% del NR, y el14'8% del NMI, disparidad basada en una situación
contraria a la anterior, ya que el número de dientes es bajo en proporción a los restantes huesos del esqueleto.
Existe otro método de valoración de las especies, basado en el peso de los huesos,
que es proporcional con el peso de la carne. Desgraciadamente no hemos podido aplicar
este método debido a que gran parte de los huesos presentan fuertes concreciones calcáreas que falsearían los datos.
d) Altura de los animales en la cruz
Los huesos de los animales se encuentran muy fragmentados, por lo que es muy dificil disponer de piezas enteras que nos permitan calcular la altura de los animales.
-22So-
[page-n-226]
M. PÉREZ RlPOLL
4
Sólo hemos podido aplicar estos cálculos en la oveja, utilizando los factores de M. Teichert (7), y en el cerdo, según los factores del mismo autor (8).
e) Medida de los huesos
El método que hemos utilizado en la medida de los huesos es el propuesto por A. V.
D. Driesch (9). La única modificación es la medida del M3 de <
Las abreviaturas que hemos empleado son las mismas que las utilizadas por J . Altuna en el trabajo antes citado con la finalidad de obtener una uniformidad en los trabajos de fauna. Estas son las siguientes:
Anchura.
Anchura máxima distal.
Afd Anchura de la facie articular distal.
Anchura máxima.
AM
AmV Anchura mínima de la vértebra (Axis).
Anchura máxima proximal.
Ap
Anchura máxima de la supe_ficie articular.
r
AS
AScr Anchura superficie articular craneal (Axis).
ASd Anchura superficie articular distal.
Anchura de la tr6clea.
At
Espesor máximo lateral (astrágalo).
El
EmO Espesor mínimo del olécranon.
EPA Espesor a través del porc. anc.
HM Altura máxima.
A
Ad
L
LA
LDB
Longitud.
Longitud acetabulum.
Longitud diagonal base.
Ldo
Longitud dorsal.
Longitud máxima.
LM
LMP Longitud máxima proceso articular.
Longitud máxima lateral (astrágalo).
LMl
LMm Longitud máxima mesial (astrágalo).
LMpe Longitud máxima periférica (falange).
LmC Longitud mínima del cuello (escápula).
Longitud olécranon.
LO
Longitud máxima superficie articular.
LS
LSM Longitud serie molar.
(7) M. TEICHERT: · Osteometrische Untersuchungen zur J3crechnung der Widweristhllhe hei Schafen•. En A. T. Ciasen (cd.):
.Archaezoological Studies.. Amsterdan, 1975, págs. 61-59.
(8J M. TEICHE~ .Osteometriscbe Untersucbungen zur Bcrechnung der WidweristMge bei "or-und Frühgeschichllichen Scllwcirner
ffabilitationsschrift Halle-Wittenberg 1966•. Kühn-Archi... , 83, Bcrlin, l969. págs. 237-292.
•
(9) A. v. d. DRIESCH: ·A guide to the measurement of animal bones from archaeological si tes•. Peabody Museum Bulletin, 1, flarvard
University, 1976.
(10) J . ALTUNA: •Historia de la domesticación anim11l en el País Vasco desde sus orígenes hasta la romanización•. Munibe, 32, San
Sebastlán, 1980.
-228-
[page-n-227]
5
ERETA DEL PEDREGAL
ESTUDIO DE LAS ESPECIES
NR
Equus caballus
Equus hydruntinus
Bos taurus
Ovis/capra
Ovis aries
Capra hircus
Sus domesticus
Canis familiaris
Bos primigenius
Capra pyrenaica
Ceruus elaphus
Capreolus capreolus
Sus scropha
Oryctolagus cuniculus
Lepus capensis
Canis lupus
Felis lynx
Felis siluestris
Erinaceus sp.
Testudo sp.
Aues
35
1
189
604
101
61
381
4
1
97
723
7
6
273
8
1
3
11
1
6
7
1'4
0'03
7'5
NMI
%
-2.519
100
13
1
67
167
2'5
0'1
13'2
33
68
4
1
27
75
5
4
54
3
1
3
4
1
4
5
23'9] 30'3
4
2'4
15'1
0'1
0'03
3'8
28'7
0'2
0'1
10'8
0'3
0'03
0'1
0'4
0'03
0'2
0'2
%
13'4
0'7
0'1
5'3
14'8
0'9
0'7
10'6
0'5
0' 1
0'5
0'7
0'1
0'7
0'9
-506
Especies domésticas:
53 % NR
62'8 % NMI
Especies salvajes:
45'6 % NR
37'2 % NMI
100
Cuadro l .-Relación del total del NR (número de restos) y del NMI (número mínimo de individuos).
LA CABRA Y LA OVEJA
En la distinción de la cabra y la oveja hemos utilizado el trabajo de J. Boessneck,
H. H. Muller y M. Teichert (11) y los criterios propios basados en colecciones de referencia.
Los ovicaprinos constituyen la explotación ganadera más importante atendiendo a
los porcentajes de participación en el NR y en el NMI, que son de un 30'3% y 33% respectivamente. Podemos observar, sobre el total del NR, el aumento de las cabr as respecto a las ovejas (2'4 y 4% respectivamente), al contrastarlas con los poreentajes de
Cova d'Or (12), que son de un 18'9% para las ovejas y un 2'6% para las cabras, y los de
(U ) J . BOESSN'ECK, H. H. MULLER y M. TEICHERT: .QsteOiogisehe Unterscheidungsmcrkmale ~wiachen Schaf (·Ovis aries-.
Linnt!) und Ziege (•Capra hireus>, Linné)o. Kiihn·Arehiv., 78, Berlin, 1964. pqa. 1·129.
(12) M. PtREZ: ·La fauna de vertebradOS>. En B. Martí et alü: ·Cova de fOr (Bcniarréa, Alicante). Vol. u•. Servicio de investigación
Prehistórica, Serie Tl"aba.jos Varios. 65, Valencia, 1980, págs. 193-255.
- 227-
[page-n-228]
CJ)
E.c. E.h. B.t. 0/C O.a. C.h. S.d. C.f.
B.p. C.p. C.e. C.c.
S.s. O.c. L.c.
C.L
F~
F.s.
E.
Te.
Ave TOTAL]
N. m
N.II
N.I
TOTAL
NR
4
13
85
11
5
29
1
14
65
20
1
3
251
%
N. IV
4'5
5'1
33'8
4'3
1'9
11'5
0'3
5'5
25'8
7'9
0'3
1'1
100
NR
4
25
110
16
19
93
23
166
1
2
54
1
1
515
%
0'7
4'8
21'3
3'1
3'6
18
4'4
32'2
0'1
0'3
10'4
0'1
0'1
100
NR
8
1
54
180
34
11
108
23
210
2
1
71
2
2
4
1
711
%
1'1
0'1
7'6
25'3
4'7
1'5
15'2
3'2
29'5
0'2
0'1
10
0'2
0'2
0'5
0'1
lOO
NR
20
97
229
40
26
151
3
1
37
282
4
3
128
6
10
1
2
3
1.043
%
1'9
9'3
21'9
3'8
2'4
14'4
0'2
0'09
3'5
27
0'3
0'2
12'2
0'5
0'9
0'09
0'1
0'2
100
NR
36
189
604
101
61
381
4
1
97
723
7
6
273
8
1
3
11
1
6
7
2.519
%
1'4
7'5
23'9
4
2'4
15'1
0'1
0'03
3'8
28'7
0'2
0'1
10'8
0'3
0'03
0'1
0'4
0'03
0'2
0'2
100
~L...-.
-
Cuadro 2.-NR por niveles
~
~
N
E.c. E.h. B.t. 0/C O.a. C.h. S.d. C.f.
N. IV
NMI
3
10
%
4'6
NMI
O.c. L.c.
C.L
F~
F.s.
E.
Te.
Ave TOTAL
6
5
6
1
2
64
15'6 40'6
6'2
1'5
9'3
7'8
9'3
1'5
3'1
100
2
10
48
16
7
18
1
2
16
1
1
122
1'6
8'1
39'3
13'1
5'7
14'7
0'8
1'6
13'1
0'8
0'8
100
NMI
3
1
18
37
12
7
25
1
1
9
1
2
2
1
119
2'5
0'8
15'2 31'3
10'1
5'9
21'1
0'8
0'8
7'6
0'8
1'6
1'6
0'8
100
NMI
5
29
36
3
1
7
27
3
2
23
2
3
1
2
2
202
%
N.I
1
%
N.II
4
%
N. m
2'4
14'3 27'7
17'8
1'4
0'4
3'4
13'3
1'4
0'9
11'3
0'9
1'4
0'4
0'9
0'9
100
13
67
167
68
4
1
27
75
5
5
54
3
1
3
4
1
4
5
506
2'5
13'2
33
13'4 0'7
0'1
5'3
0'9
0'7
10'6
0'5
0'1
0'5
0'7
0'1
0'7
0'9
100
TOTAL NMI
%
26
B.p. C.p. C.e. C.c. S.s.
56
· · - L__
-- - - L_.
-
14'8
- -
·--
Cuadro 3.-NMI por niveles
Abreviaturas: E.c.=Equus caballus; E.h.=Equus hydruntinus; B.t.=Bos taurus; 0 /C=ovis/capra; O.a.=Ovis aries; C.h.=Capra hircus; S.d.=Sus domesticus; C.f.=Canis Familiaris; B.p.=Bos primigenius; C.p.=Capra pyrenaica;
C.e.=Cervus elaphus; C.c.=Capreolus capreolus; S.s.=Sus scropha; O.c.=Oryetolagus cuniculus; L.c.=Lepus capensis; C.l.=Canis Lupus; F.l.=Felis Lynx; F.s.=Felis silvestris; E.=Erinaceus; Te.=Testudo sp.
~
[page-n-229]
ERETA DEL PEDREGAL
7
la Sarsa, con un 14'4% y un 1'8% respectivamente. Si comparamos únicamente los restos de la cabaña de ovicaprinos, los porcentajes son de un 62% de ovejas y un 38% de
cabras en la Ereta, y de un 88% y un 22% respectivamente en Cova de l'Or.
Vamos a plantearnos el carácter de la explotación ganadera, es decir, si está destinada a la obtención de carne o de leche. Los grupos de edad darán respuesta a este extremo.
N. m
N. IV
Grupos
NMI %
o
I
II
m
IV
V
VI (a.)
VII (v.)
1
7
2
3
10
3
NMI
J
3'8
26'9 50%
o
7'6
11'5
38'5]
11'5 50%
N.ll
NMI %
%
2
4
8
5
2
21
6
M.l
NMI %
1
8'3
5
16'6 43'5% 4
10'4
6
4'1
1
16
43'7]
12'5 56'2% 4
4j
'1
2'7 j
13'5
10'8 45'9%
16'2
2'7
43'2 ] 54
10'8
%
2
9
13
10
2
15
5
3'ój
16
23'2
17'8
3'5
64%
2
::~] 35'6%
Media de todos los niveles
Grupo
Grupo
Grupo
Grupo
Grupo
Grupo
Grupo
I
II
m
IV
V
VI
VII
5
19
32
23
8
62
18
2'9%]
11'3%
19'1% 52'2%
13'7%
4'7%
37'1% 4 7'8%
10'7%
J
El porcentliYe medio del grupo de los viejos y adultos es de un 47'8% y el de jóvenes
y subadultos de un 52'2%. Es decir, algo más de la mitad de los animales era destinada
a la obtención de carne y el resto a la de leche y a la reproducción. En Cova de l'Or no
sucedía así, ya que el grupo de los jóvenes está representado por un 74% (J-4)-79%
(J-5), aspecto que lo relacionábamos con un equilibrio entre recursos y necesidades de
la población, que queda más patente al examinar el grupo de los animales muy jóvenes, que en l'Or alcanza un porcentaje del 20 (J-5) al 34% (J-4), mientras que en la
Ereta este grupo sólo llega al 2'9%. Es evidente que si en la Ereta no se está en condi,
clones de matar a las cabras y ovejas jóvenes y muy jóvenes en unos porcentajes semejantes a los de la Cova de l'Or, y es necesario esperar a un aumento del rendimiento de
la carne de estos animales (dentro del grupo de los jóvenes, los grupos predominantes
son el Ill y el !V), es debido a que la situación económica se encuentra en cambio con
respecto a Cova de l'Or, posiblemente a causa de la desproporción existente entre el
crecimiento del número de cabezas de ganado y el del número de habitantes ocurrida
en la evolución del Neolítico al Eneolítico.
-229-
[page-n-230]
M. PÉREZ RIPOLL
8
Si observamos los grupos de edad por niveles, podemos ver que en el Nivel 1 el porcentaje de individuos jóvenes es el más alto y el que más se acerca al de Cova de l'Or,
para descender en los restantes niveles. De ahí que consideremos al Nivel 1 como el enlace entre la evolución de los niveles neolíticos de Cova de l'Or con los eneolíticos de la
Ereta. A partir de este nivel, dicho grupo presenta unos porcentajes en descenso, que
son los que marcarían el cambio de la situación económica con respecto a Cova de l'Or.
En el yacimiento de Terrera Ventura (Tabernas, Almena) (13) la proporción de jóvenes y adultos es semejante a la de nuestro yacimiento, sin embargo, con los cerdos no
ocurre así, ya que casi todos son jóvenes.
La altura de las ovejas se ha determinado según los factores de M. Teichert (14).
Para la cabra no se ha podido calcular por no existir restos enteros.
LM
Metacarpo 127'7
Astrágalo
27'2
27'8
27
29
30
28
29
29'2
26
F actor
Altu ra en la cruz
4'89
62'4
22'68
61'6
63
61'2
65'7
68
63'5
65'7
66'2
58'9
EL GANADO BOVINO
El ganado bovino representa un porcentaje de participación no muy elevado, el
7'5% del NR y el 13'2% del NMI. Sin embargo, este porcentaje es mayor que el que corresponde a los yacimientos valencianos del Neolítico, ya que el de .la Cova de l'Or es de
un 2% y el de la Sarsa de un 5'5% (15).
Vamos a plantear la importancia económica del ganado bovino para la vida del poblado de la Ereta. La primera cuestión es la de examinar el carácter de la explotación
para poder conocer si la finalidad de este ganado era la de proveer de carne o la de ser
utilizado como animal de carga o en las labores agrícolas, además de proporcionar leche. Para ello analizaremos dos datos, el porcentaje de participación y los grupos de
edad.
(13) A. v. d. ORIESCH y A. MORALES: ·Los ....,tos animales del yacimiento de Tc!rrero Vcn~ura (Tabcma.s, Almeria)o. Cuadernos de
Prehistoria y Arqueología de la Universidad Aul.6noma de Madrid, 4, 19?7, págs. 16..:14.
( l
Ticrknochenfunde von der lbcrischen Balbinael•, 7.l\lílneben, 1980, págs. l.aL.
-230-
[page-n-231]
ERETA DEL PEDREGAL
9
El bajo porcentaje de participación en el NR y el NMI indica que la explotación del
ganado vacuno tenía la finalidad de ser utilizado como animal de carga y de trabajo en
las labores agrícolas y, probablemente, como animal de tiro del arado. El ganado vacuno que se cría con la finalidad de proporcionar carne, debe de tener un número de cabezas elevado para hacer rentable dicha explotación, lo que no es necesario si se emplea
para las labores agrícolas y de acarreo. Así parecen apuntar los pocos datos históricos
que existen; en la Castilla del siglo XVI, tan sólo un 25-30% de los agricultores poseían
una yunta, o una o dos mulas, animales que solamente eran dedicados a las labores
agrícolas y a las de acarreo, mientras que la actividad ganadera importante se basaba
en la cría de cabras, ovejas y cerdos (16). Es evidente la gran diferencia económica que
existía entre el período que estamos estudiando y el del siglo XVI, pero hay que tener
presente que gran parte de la actividad económica de Castilla en el siglo XVI era de
subsistencia, y en este sentido se asemeja a la de la Ereta. De todas formas, el dato más
significativo para con firmar nuestra hipótesis se basa en el estudio de los grupos de
edad.
Grupos
I
n
m
IV
V
VI (a.)
vn (v.)
NMI
%
o
1
5
1
6
32
22
1'4
7'4
o
1'4
8'9
J
19'5
47'7 ] 80'5
32'8
Los grupos de los adultos y los viejos predominan ampliamente sobre los de los jóvenes, de lo que se desprende la utilización de estos animales para las labores agrícolas
y las de carga. Los animales criados con el fin exclusivo de obtener carne son muy pocos. Una vez que el animal ha cumplido con su tarea, era sacrificado, proporcionando
carne como actividad secundaria. Esta representación coincide con la edad de muerte
de Fuente Flores (17).
EL CERDO
Los porcentajes sitúan al cerdo en el tercer lugar, tanto por el NR como por el NMI,
con un 15'1% y un 13'4% respectivamente.
El aspecto más interesante del cerdo es la distribución de los grupos de edad:
(16) N. SAWMON: •La vida rural casteUaoa en tiempos de Felipe D·. Barcelona, 1973.
(17) J . JUAN..CABANlLLES y R. MARTÍNEZ VALLE: q'uente Flores (Requena, Valencia). Nuevos datos sobre el poblamienw y la
eeonomfa del Neo-EneoUtic:o-. Archivo de Prehiswria Levantina, xvm. Valencia, 1988, p4p. 181·231.
-231 -
[page-n-232]
10
M. PÉREZ RIPOLL
N.IV
Grupos NMI
I
II
III
IV
o
o
o
o
V(a.)
VI (v.)
4
%
o
N.m
NMI
%
o
100
1
4
3
7
1
N.ll
NMI
N.I
%
o
6'2
25
18'7
43'5
6'2
4
1
33'3
6'2
7
58'3
o
o
TOTAL
NMI
%
NMI
3
3
8
1
20
1
8'3
8'3
22'2
2'7
55'5
2'7
3
7
13
4
38
2
%
~·]
10'4
40'1
19'4
5'9
56'7] 59'6
2'9
Estos porcentajes son llamativos por la abundancia de individuos adultos y la relativa importancia de los jóvenes. En Cova de l'Or los porcentajes de los cerdos jóvenes
son bastante más elevados, situándose en un 73'9%; esta cifra coincide perfectamente
con la de los grupos jóvenes de los ovicaprinos, que en este yacimiento se sitúa entre un
74'4 (J-4) y un 79% (J-5). También hay una cierta coincidencia en la Ereta, ya que el
porcentaje de los ovicaprinos jóvenes es de 52'2% y el del cerdo de un 40'1%.
Los animales muy jóvenes representan sólo un 4'4%, mientras que en l'Or son un
37% en el Sector J -4 y un 11% en el Sector J-5. Podemos observar que en este grupo de
edad los porcentajes del cerdo también están cercanos con los de los ovicaprinos, tanto
en l'Or, que llegan al20 (J-5) y 34% (J-4), como en la Ereta, que se sitúan en un 2'9%.
Gran parte de los cerdos son, por tanto, matados adultos para que alcancen el máximo peso en carne y grasa y se pueda obtener el mayor rendimiento. De esta manera,
estos datos vienen a corroborar el cambio de la situación económica durante el Eneolítico que analizamos al estudiar el ganado bovino y el ovicaprino. En Cova de l'Or la
mayor parte de los cerdos no llegan a alcanzar un máximo rendimiento de carne, mientras que en la Ereta el aumento de la demanda de productos alimenticios condiciona la
selección de la edad con el fin de obtener animales que consigan el mayor peso.
Respecto a la altura, hemos aplicado los factores de M. Teichert (18) para los pocos
restos enteros que existen:
LM
Factor
Altura en la cruz
Mtcm
62'8
10'72
67'3
Astrágalo
37
36'5
34
41'4
35'5
38
35'7
17'9
66'2
65'2
60'8
74'1
63'5
68
63'9
(18) TEICHERT: Op. cit. nota 8.
-232-
[page-n-233]
11
ERETA DEL PEDREGAL
EL CIERVO
El ciervo ocupa el segundo lugar tanto en el NR como en el NMI, con un 28'7% y un
14'8% respectivamente. La abundancia de ciervos es llamativa si tenemos en cuenta
que en Cova de l'Or sólo representa el 5'9% del NR y en la Sarsa el 4%. Sin embargo,
debería de suceder todo lo contrario, pensando que el Eneolítico es una evolución del
Neolítico y el avance de la agricultura y ganadería haría retroceder a los animales salvajes. ¿Cómo podría explicarse esta abundancia de ciervos?
Pensamos que hay dos razones. La primera habría que buscarla en el aumento de
las necesidades alimenticias del poblado; si la ganadería no es suficiente para cubrir estas necesidades, se hace viable continuar y aumentar la caza, que no se interrumpió
durante el Neolítico. La segunda razón podría encontrarse en la propia abundancia de
rebaños de ciervos por las condiciones ambientales del valle y de sus alrededores, que
favorecerían su desarrollo y harían rentable la práctica de la caza, que llegó a alcanzar
un puesto importante en la provisión de carne al poblado. Sin embargo, observamos
cómo ya en el N. IV los porcentajes tanto en el NR como en el NMI son más bajos, lo
que coincide con el análisis de polen que muestra cómo en este nivel se ha llegado al
mayor retroceso del bosque por la práctica de las rozas; con la degradación de las condiciones ambientales las manadas de ciervos estarían en retroceso.
Uerpmann (19) apunta que la abundancia de la caza sería una forma de proteger
los cultivos de sus depredadores y, por tanto, una prueba del desarrollo de la agricultura. Creemos que su punto de vista se complementa con el que anteriormente hemos
expuesto, ya que, además de proteger los cultivos, se provee de carne y se cubren las
necesidades existentes en el poblado, que como ya hemos indicado al estudiar los animales domésticos experimentaron un cambio con respecto a l'Or.
En Fuente Flores (20) el ciervo también ocupa un lugar relevante, pues es la segunda especie más representativa (17% del NR). Este dato pone en evidencia, y en este
yacimiento aún más, la importancia de la caza durante el Neolítico final y el campaniforme, siendo coincidente con la Ereta.
Los grupos de edad de los ciervos abatidos son los siguientes:
N .IV
N.ll
N.m
Grupos NMI
%
NMI
%
NMI
1
II
20
1
2
3
4
6
2
5'5
11'1
16'6
22'2
33'3
11'1
1
2
3
5
12
4
m
1
o
1
20
3
60
IV
o
V (a.)
VI (v.)
o
TOTAL
N .I
%
3'7
7'4
11'1
18'5
44'4
14'8
NMI
%
NMI
29'6
22'2
37
11'1
3
4
15
15
29
9
o
o
8
6
10
3
%
J
5'3
4
19'8 48'3
19'8
39'5] 51'4
11'9
(19) B. P. UERPMANN: •Informe eobre los restos faonísticos del eorte núm. 1•. En A. Arribas y F. Molina: ·El poblado de los Caatillejos
en laa Pei'laa de 1001 Gitanos (Montefrío, Granada).. Granada, 1979.
(20) JUAN.cABANILLES y MAR11NEz VALLE: Op. eiL nota 17.
-233-
[page-n-234]
12
M. PÉREZ RIPOLL
Estos porcentajes difieren de las edades de los ciervos del yacimiento musteriense
de Cova Negra (21), en el que existe una selección muy acentuada, con un porcentaje de
animales jóvenes (incluyendo el grupo IV) de un 68%, destacando el grupo IV con un
46% de individuos, en el Sector B, y de un 64%, con un 39% para el grupo rv, en el Sector E . Esta diferencia de porcentajes con la Ereta es debida a que la caza ha dejado de
ser una actividad predominante, y la selección del ciervo ha dejado de tener la importancia que anteriormente tenía, en especial la practicada en el grupo IV, para la supervivencia de las manadas.
El predominio del grupo de adultos y viejos concuerda con la edad de los ciervos que
aparecen pintados en los abrigos correspondientes al Arte Levantino. Los ciervos con
las cornamentas plenamente desarrolladas se nos muestran como verdaderos trofeos de
caza, que subrayan la importancia que este animal tenía en la actividad cinegética.
EL CABALLO. LA PROBLEMÁTICA DE SU DOMESTICACIÓN
Los restos de caballo existentes en este yacimiento son muy importantes para poder
afrontar el problema de su domesticación. La teoría que fijaba como único centro de domesticación del caballo las estepas de la Europa Oriental se va desechando. G. Nobis
(22) admite la posibilidad de la domesticación en dos áreas independientes, las estepas
de la Europa Oriental a partir del Equus ferus gmelini y la Europa Central y Occidental a partir del Equus ferus solutrensis (que en la terminología de F. Prat (23) equivale
al Equus caballus gaUicus ).
J. Boessneck, A. v. d. Driesch y H. P. Uerpmano basándose en la investigación de
varios yacimientos ibéricos señalan la posibilidad de la domesticación del caballo en
nuestra Península. J. Boessneck (24) comenzó a plantearse la cuestión a raíz de la excavación del poblado de Cerro de la Vrrgen, admitiendo la probabilidad de su domesticación en niveles calcoliticos. A. v. d. Driesch (25) acepta igualmente esta posibilidad
para dicho yacimiento. Por tanto, España pudo convertirse en un centro de domesticación del caballo (26). A raíz de la excavación de Zambujal, la posibilidad se situaba
ahora en los niveles precampaniformes, dando por sentado que ya estaba domesticado
durante el campaniforme (27). H. P. Uerpmann (28) siguiendo en esta línea admite que
(21) M. PÉ REZ: . Los mamíferos del yacimiento musterienae de Cova Negra (J átiva, Valencia)•. Servicio de tnveatigación Prehistórica,
Serie Trnbllioa Varios, 53, Valencia, 1977.
(22) G. NOBIS: •Vom Wildpferd zum Hauspferd•. Fundamenta, band 6, 1971.
G. NOBIS: •Origen, domesticación y prehistoria del caballo doméstico.. Noticias Médico-V
ctcrinruill8, Madrid, 1974, pág!i. 215-230.
(28) F. PRA.T: ·Rcch erchcs sur lea Equidés pleis tocAnes en Fraru:e•. Tesis doctcral, Burdeos, 1968.
(24) ,J. BOESSNECK: .Resla6 óseos de animales del Cerro de la Virgen, en Orce, y del Cerro del !Wa l, en Ga.l era (Gronads)•. Noticiario
Arqueológico H ispánico, X-XJ-XU, Madrid, 1969, págs. 172·189.
(25) A. v. d. DRJES CH: •OaiA!Oarchllologische Untersuehungen auf der lberischen Halbinael•. En •Stud.icn Uber frühe Tim:knochen·
fu nde von der lherischen Halbinsel•, 3, München, 1972.
(26) J . BOESSNECK: •Was weiu man von del alluvial vorgescbichtliehen Equide.n dcr Ibcrisehen l:lalbinscl?•. En •OomestikationsforiiChung und Gescbichto der Haustiere.. Budapest, 1973, págs. 277-284.
(27) A. v. d. DRIESCH y J . BOESSNECK: •Die fauna vom Castro do Zambujal. Fundmatcrial dcr Grabungcn von 1966 bis 1973 mil
Ausnahme der Zwingerfunde•. En ·Studien über frühe 'lierknochenfunde von dcr lherisehen Halbinscl•, 5, München, 1976, págs.
4-127.
(28) H. P. UERPMANN: •"Equus (Equus) caballus• und "Equus (Aainus) hydruntinus" i:m PoetplciaiAnlln der Ibcrisehen Halbinsel
(PeriAIIodaetyla, Mammalía)o.. Sá~tirkundliehe Mitt.eílungen, 24, Mílnehen,l976, págs. 206-218.
H. P. UERPMANN: •Eievage néolithique en Espagne-. En •L'élevage en Médjterranée oecidentale•. Aet.es du CoUoque
lntemstional de l'ln.stitut de Recherches Méditerranéennes. C.N.R.S., Parls. 1977.
UERPMANN: Op. eit. nota 19.
-234-
[page-n-235]
ERETA DEL PEDREGAL
13
la domesticación pudo iniciarse en los niveles precampaniformes de Los Castillejos en la
Peña de los Gitanos (Montefrío, Granada), por lo que la Península Ibérica se convertiría
en el centro de domesticación del caballo más antiguo de Europa Occidental y CentraL
Siendo este el planteamiento sobre la domesticación del caballo, los restos aparecidos en la Ereta cobran una gran relevancia. Nuestra opinión sigue la misma dirección
que las anteriormente expuestas, y creemos que efectivamente la domesticación del caballo pudo realizarse en el Neolítico final, que es el momento a que corresponde el nivel
l. Las razones de dicha afirmación las basamos en los argumentos que a continuación
vamos a exponer.
La aparición constante de restos de caballo a través de todos los niveles puede indicar que este animal ha entrado a formar parte de una explotación ganadera. Esta cuestión aparece más evidente cuando analizamos los restos de caballo en yacimientos del
Epipaleolítico y Neolítico, cuya frecuencia se hace esporádica; así lo podemos comprobar en los yacimientos neolíticos de la Sarsa (29), Cova de l'Or (30), Barranc Fondo
(31), y en los niveles epipaleolíticos de Mallaetes y Volcán (32) y en el yacimiento de la
Cocina, que actualmente estamos estudiando. Esta diferencia en la frecuencia de la
aparición marca una disparidad en el tratamiento del caballo, ya que de un carácter es~
porádico pasamos ahora a una presencia constante, aunque con unos porcentajes bajos.
Podríamos pensar que este hecho podría deberse a condiciones ambientales que favorecieron la relativa abundancia de caballos en la Ereta; pero estas condiciones también
las ofrece la Cova de l'Or, Sarsa y el Volcán, que dominan amplios valles, y estos animales son, sin embargo, esporádicos. Por tanto, la variación del número de restos a partir
del Neolítico Final puede ser indicativa de una transformación del estado del caballo.
Se puede argumentar en contra que el porcentaje es muy bajo, tan sólo de un 1'4%,
pero estos porcentajes bajos también se encuentran en poblados de la Edad del Bronce,
como Cabezo Redondo (33), en los niveles de esta época del Cerro de la Vrrgen, Cerro
del Real (34), Monachil, Purullena (35), o en poblados de época tartésica y fenicia como
Cerro de la Tortuga y Toscanos (36). En su mayoría el porcentaje no alcanza el 1%.
Bokonyi (37) y G. Nobis (38) opinan que a través del tiempo se produce una disminución del tamaño de los caballos a medida que la selección se va acentuando. A este
respecto, nuestros restos son más pequeños que los pertenecientes al Paleolítico de Europa Central y Oriental, y también los de Francia (39). Sin embargo, entran dentro de
(29) BOESSNECK y ORIESCH : Op. cit. nota 15.
(80) PÉ REZ: Op. cit. nota 12.
(31) UERPMANN: Op. cit. nota 28, 1976.
(32) l. DAVIDSON: •La ooonomla del fl nal del Paleolítico en la Es paña oriental•. &rvicio do lnvcatigoción l'rchistórica, Serie Tl'abajos
Varios, 86, Valencia, 1989.
(33) A. v. d. DRI ESCH y J . BOESSNECK: •Die fauna des "Cabezo Redondo" bci Villcna (Prov. Alicante).. E n •Studien Ubcr frühe
T'icrknochcnfundo von dcr lbcriachen H albinsel•, 1, Münchcn, 1969, págs. 43-90.
(34) ORIESCH: Op. ciL nota 25.
(35) H. D. LAUK: •TicrkMchenfunde aus bronzezeiUichen S iedlungen bci Monachil und Purullcna (ProviiU Granada)•. En ..Studien
über frühe Ticrknochcofunde von der lberischen Halbinsel•, 6, München, 1976.
(36) H. P. y M.. UERPMANN: o
págs. 36-83.
(37) S. BOKONYI : · Hiatary of Oomestic Mammals in Central and Eastern Europc•. Akadémiai Kiadó, Budapcst, 1974.
(38) NOBIS: Op. ciL nota 22, 1971.
(39) PRAT: Op. cit. nota 23.
V. E lNS MANN: •Lea chcvauJ< ("Equua• seosu lata) fossiles el actuels: crAnes et denta jugalea aupéricurcs•. Editions du
C.N.R.S., Parla, 1980.
-235-
[page-n-236]
14
M. PÉREZ RIPOLL
la variación de los caballos de Parpalló, Volcán y Mallaetes (40), aunque por debajo de
las medias, pero corresponden perfectamente con las de los caballos de Zambujal (41), y
de todos los yacimientos citados anteriormente. ¿Se puede decir que existe una reducción del tamaño del caballo de la Ereta? La respuesta queda en el aire hasta que dispongamos de más datos.
En Fuente Flores, el caballo es la especie más representativa con un 33% sobre el
total del NR. Hecho sorprendente y muy significativo. La edad indica que una parte de
los caballos de este yacimiento fueron matados para obtener su carne, pues de los 7 individuos representados por el desgaste de los dientes, 4 son jóvenes. Esta muestra de
edad, aunque pequeña, es sin embargo muy interesante, pues corresponde a una práctica selectiva propia de una explotación ganadera por el lugar que ocupan los animales
jóvenes.
A estas consideraciones, hay que añadir otra más. Se trata de analizar la iconografía del Arte Levantino. Su inicio se ha fJjado en el fmal del V milenio (42), siendo el
Neolítico Final y el Eneolítico los momentos de su desarrollo según el tipo de puntas de
flecha de los arqueros (43), período que corresponde a la Ereta y a Fuente Flores. La te-mática central gira en tomo a escenas de caza y a animales relacionados con la actividad cinegética, principalmente ciervos y cabras monteses. Siendo así que los animales
salvajes son los más representativos, el caballo, por la importancia que tiene en Fuente
Flores y en menor medida en la Ereta, debería de ocupar una parte importante en la
iconografía levantina como así sucede con el ciervo, especie predominante en la Ereta o
relevante en Fuente Flores. Por el contrario, las escenas agrícolas y los animales domésticos están poco representados; los ovicaprinos y los bueyes son escasos, los caballos
también. ¿Significa esto que el caballo forma parte del conjunto de animales domésticos? La presencia constante a partir del Neolítico Final, la edad de muerte en el proceso
selectivo y el análisis iconográfico apuntan hacia una respuesta afirmativa.
EQUUSHYDRUNTINUS
Solamente hay un resto, pero es muy importante para poder seguir el agriotipo del
cual procede el asno doméstico; se trata de una falange III anterior. Este équido ha sido
determinado en las cuevas del Parpalló, Mallaetes y Volcán (44) y ha aparecido en niveles Neolíticos de Carigüela (Piñar, Granada) (45). En el yacimiento paleolítico de Cova
de Beneito (Alicante), también se encuentran restos del Equus hydruntinus. Como
forma doméstica es citado en varios yacimientos: en el poblado de San Pedro (Huelva)
(46), sin especificar si es de época púnica (siglo VII a. C.) o romana; la factoría de 'lbsca-
(40) DAVIDSON: Op. cit. nota 32.
(41) ORIESCH y BOESSNECK: Op. cit. nota 27.
(42) M. S. HERNÁNDEZ, P. FERRER y E. CATALÁ: .Arte rupestre en Alicante-. Alicante, 1988.
(43) M. F. GALIANA: •Contribución al arte rupestre levantino: An4lisia el.nOfl1'4fiCO de laa figuras antropomoñaa». Luuntum, IV,
Alicante, 1985, pága. 65-87.
(44) OAVIDSON: Op. cit. nota 32.
(46) UERPMANN: Op. cit. nota 28, 1976.
(46) A. v. d. DRIESCH: •Nahrungsreate tieriacber Hetkunft aua eioer t.art.eaaiacbeo und eioer apllhro.ueuíUieheo bis iberiacbeo
Siedlung io SGdapanieno. En .Studien über friihe Tierknochcnfunde voo der lberiacben Halbínael•, <4, Müncheo, 1973, págs. 9-31.
-23~
[page-n-237]
ERETA DEL PEDREGAL
15
nos (Málaga) (47), también sin nivel; el poblado y necrópolis de Cerro de la Tortuga
(Málaga) (48) de época fenicio-romana, que tiene el mismo inconveniente que los anteriores, no hay nivel; la cueva del Parralejo (Cádiz) (49), en un nivel de época ibero-romana; en los poblados de Cerro de la Vrrgen y Cerro del Real (ambos en Granada) (50),
pero en unos niveles de época musulmana; y, por último, en Motilla del Azuer (Ciudad
Real) (51), pero en un contexto que no parece ser prehistórico.
Las medidas de esta falange las hemos comparado con las de otra falange de la
cueva de Beneito:
Ereta
Nivel
n
Beneito
Paleolítico
ant.
LM
AM
AS
LS
Ldo
HM
post.
40'5
44'2
35'5
21
39'8
31
45'7
47
33
20'4
45
34'1
LAS RESTANTES ESPECIES
De las restantes especies cabe hacer las siguientes consideraciones:
De la cabra montés estamos preparando un estudio para poder seguir el tamaño de
este animal desde el Paleolítico a épocas históricas, y abordar el problema de separación de las formas salvajes más pequeñas con las formas domésticas de tamaño grande,
por lo que el comentario de las medidas de las cabras de este yacimiento lo incluiremos
en el estudio citado.
Respecto al conejo, estamos estudiando las variaciones existentes en el Paleolítico y
Postpaleolítico para seguir su evolución. Por otro lado, hay que constatar su poca importancia como fuente alimenticia.
Las demas especies no presentan particularidad alguna que centre nuestra atención.
SIGNIFICADO MEDIOAMBIENTAL DE LAS ESPECIES ESTUDIADAS
Los restos de fauna salvaje pueden aproximarnos a una visión general del medio
ambiente, que coincide con los resultados de los análisis de polen realizados por M. Dupré (52) en este mismo yacimiento, y los de sedimentología de P. Fumanal (53).
{47} UERPMANN, H. P. y M.: Op. cil. nota 36.
{48} UERPMANN, H . P. y M.: Op. cit. nota. 36.
{49} BOESSNECK y DRIESCH: Op. cit. nota 15.
(50} DRIESCH: Op. cit. nota 26.
(51} A. v. d. DRIESCH y J . BOESSNECK: oDie Motill.as von A:tuer und Loe Palacioa (Prov. Ciudad Real).. E n .Studlen über l'rühe
Tierlmochenfunde von der lberUchen Halbinsel•, 7, Mllnchen, 1980, págs.. 84-120.
(52} M. DUPRt: •Palinolog{a y paleoambienta. Nuevos datos españoles. Rcferendaao. Servido de lnvcatigadón Prehialórica, Serie
'l'rabll,joa Varios, 84, Val.e nda, 1988.
{53} M. P. FUMANAL: .sedimentologfa y clima en el País Valendano. Las cuevas habitada en el cuaternario rccicnt.eo. Servicio de
1nvestigad 6n Prehistórica, Serie Trabl\ios Varios, 83, Valencia, 1986.
-237-
[page-n-238]
16
M. PÉREZ RIPOLL
El corzo, que es la especie más indicativa de ambientes de bosque, está representado por cuatro restos en el Nivel I , descendiendo en los niveles posteriores hasta desaparecer en el N. IV Podemos interpretar estos datos como una progresiva disminución
del área del bosque por la acción del hombre en la búsqueda de espacios para practicar
la agricultura, destruyendo al mismo tiempo el hábitat del corzo. Los análisis de polen
corroboran plenamente esta visión, mostrándonos la existencia de una importante
masa arbórea en el nivel anterior a la ocupación del yacimiento, y la progresiva disminución del bosque a partir de la instalación del hombre en esta zona.
Esta transformación no ha sido producida por un cambio climático sino por la acción
antrópica, como así lo demuestra la existencia en casi toda la estratigrafía de pólenes
que corresponden a especies que aparecen en zonas que han sufrido incendios y que
acompañan a los cultivos.
Este análisis explica perfectamente que desde el Eneolítico a la Edad del Bronce la
población de corzos vaya disminuyendo; desde un número importante en Cova de l'Or
pas amos a hallazgos esporádicos en la Edad del Bronce, momento en el que la desforestación debería de llegar a un elevado nivel como lo demuestra la evolución de las muestras últimas del polen (de la 5 a la 0).
El ciervo tiene unas condiciones de adaptación al ambiente mediterráneo mayores
que el corzo, por lo que sus porcentajes de aparición son siempre más altos y s u pervivencia mucho mayor; sin embargo, estos porcentajes ya son muy bajos durante la Edad
del Bronce, como lo podemos ver en los trabajos de J . Boessneck (54), H . P. Uerpmann
(55), A. v. d. Driesch (56), y H. D. Lauk (57). Esta disminución está en relación con la
reducción de las áreas del bosque.
Del análisis de la fauna doméstica cabe destacar el aumento de los porcentajes de la
cabra respecto al Neolítico, que al pastar en las laderas montañosas contribuiría a la
degradación del medio una vez practicada la quema del bosque. Por el contrario, la
oveja debería de contribuir poco a dicha degradación , por ocupar las partes bajas del
valle y quedar sujeta a procesos de rotación de cultivos.
CONCLUSIONES
El estudio arqueozoológico de la Ereta del Pedregal ha puesto de manifiesto que la
caza tiene una gran importancia en la actividad económica del poblado, aspecto que se
corrobora en otro yacimiento de la misma época, Fuente Flores.
Los datos analizados parecen indicar que el caballo se encuentra domesticado, siguiendo un modelo económico que se acerca más al de la Edad del Bronce y se separa
de las culturas precedentes.
Del conjunto de animales domésticos, los ovicaprinos ocupan el primer lugar. Dentro de éstos la cabra adquier e más importancia que la que tenía en Cova de l'Or. Los
(54) BOESSNECK: Op. cit. nota 24.
(55) UERPMANN: Op. cit. noto 1!1.
(56) DRIESCH; Op. cit. noto 26.
(67) LAUK; Op. cit. oot.a 35.
-238-
[page-n-239]
ERETADEL PEDREGAL
17
restos de buey son pocos, lo que indica, junto a la edad de muerte, que este animal era
utilizado como elemento de carga y de tiro.
La edad de los ovicaprinos y de los cerdos demuestra que existe un cambio en las
prácticas selectivas con respecto a la Cova de l'Or. En la Ereta hay un equilibrio entre
animales jóvenes y adultos, mientras que en Cova de l'Or los jóvenes predominaban
ampliamente. Por otro lado, los animales muy jóvenes tienen unos porcentajes de participación muy bajos, mientras que son altos en Cova de l'Or.
De acuerdo con el estudio de las edades, los animales son sacrificados cuando alcanzan un mayor rendimiento en carne, lo que induce a pensar que las necesidades alimenticias del poblado son mayores, proporcionalmente hablando, que las de l'Or. Esta
situación concuerda con el elevado índice de animales salvajes. La caza era importante
en el valor global de las bases de subsistencia. Los recursos cinegéticos van disminuyendo, de modo que en la Edad del Bronce tienen una escasa participación con el conjunto de recursos de origen animal. La explicación de este hecho se encuentra en la progresiva degradación de los bosques y tal vez en la acentuación de la agricultura como
actividad económica que propicie un aumento de los recursos.
-239--
[page-n-240]
18
M. PÉREZ RIPOLL
APÉNDICE l . DISTRIBUCIÓN DE LOS lillESOS DEL ESQUELETO POR NIVELES
E.c.
B.t. 0/C
O.a C.h.
S.d.
C.f.
C.p. C.e.
Cuerno
C.l.
O.c. Ave
6
Maxilar
Mandíbula
Dientes aisl.
3
1
12
2
57
12
1
1
12
Vértebras
1
Escápula
1
1
Húmero
1
Radio
1
1
1
1
1
1
1
U1na
1
Carpo
1
Metacarpo
1
Pelvis
5
Fémur
2
Tibia
1
4
2
3
2
Calcáneo
5
1
Astrágalo
1
2
1
1
1
2
2
1
1
1
3
6
2
4
4
5
2
10
2
Metapodios
3
Falange 1
1
2
1
1
Falange III
TOTAL
1
2
Tarso rest.
4
10
2
1
Metatarso
2
1
3
Falange II
2
1
4
13
85
2
3
11
5
29
NIVEL IV
-240-
2
1
14
65
1
20
3
[page-n-241]
ERETA DEL PEDREGAL
E.c. B.t.
0 /C
19
O.a C.h. S.d. C.p . C.e. C.c.
Cuerno
S.s.
O.c.
FJ.
F.s.
3
Maxilar
Mandíbula
Dientes ais1.
3
2
15
2
75
Vértebras
Húmero
5
42
3
2
2
3
Escápula
57
4
1
1
5
Ulna
2
Carpo
1
1
2
1
4
5
4
2
3
4
Pelvis
2
1
1
Metacarpo
1
1
1
1
Fémur
Tibia
3
1
4
7
2
1
1
10
1
10
7
Patella
1
1
Calcáneo
1
Astrágalo
2
1
1
3
1
11
8
4
3
2
3
3
Metatarso
1
4
3
6
5
1
1
Meta podios
1
9
3
2
1
3
Falange m
5
10
5
25
1
Falange II
TOTAL
1
3
2
2
Falange I
7
1
Radio
Tarso rest.
4
7
10
3
20
3
1
7
93
23
116
2
4
25
110
16
19
NIVEL m
- 241-
1
1
1
2
54
1
1
[page-n-242]
M. PÉREZ RIPOLL
20
E .c. E.h. B.t. 0 /C O.a. C.h.
Cuemo
1
S.d. C.p. C.e. C.c. S .s. O.c. L.c.
1
1
Cráneo
2
2
8
6
23 101
42
8
1
Maxilar
F.l. Ave
MandJbula
Dientes aisl.
1
1
Vértebras
3
Húmero
2
1
2
4
3
1
5
7
7
3
2
Ulna
1
8
6
2
5
4
4
1
2
4
3
3
Carpo
2
7
Metacarpo
35
2
Escápula
Radio
6
2
1
Costillas
3
1
1
Pelvis
2
6
3
1
1
5
1
2
20
2
Tibia
1
Patella
5
7
8
15
3
1
Fémur
1
5
1
1
10
9
Astrágalo
Tarso rest.
3
5
1
2
3
1
1
4
2
3
2
1
1
Calcáneo
11
1
12
1
1
1
4
Metatarso
10
Metapodios
2
1
Falange I
Falange U
TOTAL
1
7
1
7
1
7
3
8
14
1
1
13
2
30
5
1
8
7
1
1
4
3
2
6
2
54 180
34
23 210
2
1
19
4
5
Falange ill
1
5
4
2
3
8
2
11 108
NIVELll
-242-
1
1
71
2
2
1
[page-n-243]
21
ERETA DEL PE DREGAL
E .c. B.t. 0/C O.a . C.h. S.d. C.f. B. p. C.p. C.e. C.c. S.s. O.c. L.c. F.s. E. Ave
3
Cuerno
1
Cráneo
20
1
1
Maxilar
2
13
Mandibula
1
5
12
Dientes aisl.
2
29
48
56
1
9
3
8
Vértebras
Escápula
1
6
37
10
28
3
Ulna
7
2
4
1
9
6
Pelvis
8
4
3
6
S1
3
16
4
3
21
1
4
4
25
9
1
2
17
Tibia
7
1
Fémur
7
1
1
6
3
Carpo
1
Húmero
Radio
Metacarpo
2
1
5
7
1
1
2
4
1
1
6
3
4
S
9
S
2
10
5
1
24
3
21
1
2
84
1
4
1
1
1
1
2
1
1
Patella
Calcáneo
Astrágalo
2
Tarso rest.
1
Metatarso
2
2
3
1
1
3
5
1
9
4
1
1
1
1
1
2
4
1
21
7
1
Falange I
1
4
Falange Il
1
6
Falange ID
3
1
8
31
2
4
Meta podio
1
3
1
1
5
1
2
2
2
3
8
97 229 40
26 151
1
17
2
19
2
12
1
1
5
1
1
Sesamoideos
TOTAL
1
6
2
3
1
2
37
1
6
3
2
4
2
1
6
20
3
1
NIVEL 1
-243-
37 282
4
3
128
6
10
1
3
[page-n-244]
M. PÉREZ RIPOLL
·22
APÉNDICE II. TABLAS OSTEOMÉTRICAS
Equus caballus
p3
M2
Ds
Nivel
m
Nivel
JI
Nivel
1
L
28'1
25'4
26
25'1
L
26'5
22'6
22
L
36
19'4
A
L2cm.
A
A
L2cm.
A
Astrágalo
Radio
Nivel
n
Ap
Ad
70
Tarsi centrale
Nivel
1
Nivel
1
BM
56'8
58'6
50
58'8
AM
48
AM
Md
69'5
LmT
Metacarpo
Metatarso
Nivel
1
n
Nivel
1
Ad
44'6
45'2
Ad
45
Falange!
Nivel
m
n
44'4
poet.
1M
77'4
Ap
ASp
Ep
AmD
Ad
ASd
Sup.
Nivel
ant.
LM
Ap
ASp
Ep
AmD
Ad
32'8
40
Falange m
Falange U
Nivel
51
post.
post.
41'5
47
47'8
50'8
41'1
31'6
40'5
47'9
48'2
41'2
30
38'5
41'5
39
42
44
ant.
1M
AM
LS
AS
Ldo
-244-
54
63'2
24
41'3
49'8
ant.
24'2
41
ant.
72
52'8
83'3
51'6
46'3
34'7
33'4
44
41
31
42'8
[page-n-245]
23
ERETA DEL PEDREGAL
Bos taurus
Ms
Húmero
Nivel
m
L
35'8
n
37
1
39'5
27'8
Nivel
35'5
Radio
37'3
Ad
33'6
1
67'2
(e)
Pelvis
n
1
Ap
Ad
73'6
72
81'2
75
Nivel
1
Nivel
n
Ad
56'8
LM
AM
42'7
38
64'4
59
LA
66'3
Astrágalo
Tibia
Nivel
Nivel
AA
Patella
Falange!
n
LM1
64
58
36
43'6
LMm
EL
Ad
Nivel
n
66'8
62'6
37'3
43'2
Nivel
LMpe
Ap
AmD
Ad
55
31'2
26'3
1
24'5
68
36'2
34'5
30'3
53'5
28'2
23'1
66
32
26'8
32'2
65
37'6
31'2
34'6
Falange u
54'4
32'4
27
28
33'3
Falange m
Nivel
n
LMpe
Ap
AmD
Ad
40
29'2
22'3
23'3
Nivel
38'2
30
23'6
26'2
30'5
27'7
19'5
22
32
25
19'7
22'8
34'7
24'5
19
35'5
25'2
20
21
A.sQ-ágalo
36'7
31'3
25
26'8
m
Ldo
1
55
77'5
LDB
Metatarso
Nivel
IV
LM1
m
37
92'8
17'8
LMm
El
Ad
Nivel
n
36'5
34'5
18'9
22'5
34
32
18
35'5
32'5
17'5
22
38
34'5
19'8
22'2
41'1
21'8
35'7
32'3
18'4
21'2
m
LM
Ap
12'8
13'7
12'8
13'7
Mtt ill
51'3
Mtt ll
Falange !
Nivel
LMpe
Ap
AmD
Ad
n
IV
13'5
30'9
15'2
11'3
15'4
29'5
13
10'7
1
37
15
12'2
35
15
12'8
32'6
14'6
11'5
-245-
34'2
15'3
12'2
14
32'8
12'5
14
34'5
14
11'8
34
14
11'2
37'4 40'6
15 17'5
12'3 14
[page-n-246]
24
M. PÉREZ RIPOLL
Falange U
m
Nivel
IV
LMpe
Ap
AmD
21'8
14'8
12'2
Nivel
n
LMpe
Ap
21'3
15
13
AmD
20'5
15'8
13'3
22
15'2
12'7
22'3
16
12'8
24
15'6
12'8
20
13
10'8
25
15'8
13'3
23'7
14'3
12
23'1
14
11'2
20'5
13
11'3
28
29'4
r
21'5
13
10'5
22'2
14'1
11'2
21'2
14'4
12'5
25'6
17'5
14'2
21'2
14'1
11'2
23
14'3
12'3
Falange m
rr
Nivel
m
LDB
31'1
26'5
1
29
29'8
32
32
28'3
29'8
30'3
29
Capra-Ovis
Ms
Nivel
IV
1
L
35
31'7
28'5
21'8
Escápula
l
M3
Nivel
u
o
LMP
LS
AS
LmC
Húmero
Nivel
e
e
e
30'1
24
19'2
17'7
30
24
18'8
16
29
22'2
18'3
31'2
24'5
19'3
17'4
Radio
m
u
Nivel
o
Ad
AT
o
31'7
26'8
20'1
17'3
19'3
32
1
e
e
e
o
e
o
26'2
28'1
28
26
25'2
29
27
25'5
27'2
Ap
Metacarpo
Nivel
o
o
22'1
127'7
21'2
11'1
23
AmD
Ad
1
o
o
o
30
31'2
30'7
25'2
Fémur
n
m
LM
Ap
u
o
e
1
o
e
o
Nivel IV
o
o
o
o
o
EC
21'2
23'1
22'5
14'3
25
22'1
23'7
-246-
23'8
24'4
o
19'6 19'1
[page-n-247]
ERETA DEL PEDREGAL
25
Tibia
Centrotarsal
m
o
o
o
e
o
23'3
Ap
Ad
n
o
Nivel
25'3
25'6
20'6
23
24'8
Nivel
e
AM
o
e
25
n
21'5
23
34'3
Astrágalo
m
IV
Nivel
e
o
26'6
LMl
LMm
El
o
27'2
25'1
14'2
23'1
Ad
Calcáneo
LM
e
e
o
29'1 25'6
27
23'6
14'8 13
18'8 16
o
27'8
26
o
o
o
e
o
o
o
27
25'5
15'8
17
o
29
27'6
16'2
30
27'8
18'5
18'5
28
26'2
15'5
18'8
25'2
23'5
13
15'1
29
27'2
16'1
18
29'2
27'8
16'8
18'5
26
24'8
13'7
16'6
Falangel
n
J
o
Nivel
n
o
o
58
54
48'2
Nivel
m
n
cp
LMpe
Ap
AmD
Ad
oa
op
ep
ca
ca
op
40'6
12'2
10
12'5
32'6
12'2
9'3
37'2
11
8'2
10'2
31'2
10
7'8
31'4
11'5
9'3
12
39
14'4
11'7
13'2
37'3 36'5 33'7
11'2 11
10'5
8'1 7'8 8
10'8
10'3
m
n
Ap
AmD
oa
ep
ca
33'3 33
12
9 10
11
Nivel
J
e
LMpe
op
Falange m
Falange U
Nivel
J
e
e
e
o
o
o
20'8
11
7'8
20'2
10'3
7
22
10'9
8'9
28'5
13'5
10'2
21'2
11'5
8'8
19
20
20'8
9'8
6'5
o
e
e
o
22'1
12
8'2
24
10'3
7'1
21
10
6
1
e
o
LDB
.28
18
Sus domesticus
M3
Ms
Nivel
m
n
L
37'2
27'6
n
34'2
35
Escápula
1
Nivel
29'2 38'8
- 247-
m
LMP 30'5
AS
LmC 20'5
Húmero
n
Nivel
n
1
31
23'6
Ad
31'5
36'2
[page-n-248]
M. PÉREZ RIPOLL
26
Radio
Ulna
Nivel
Nivel
m
n
Ap
25'2
25
26
28
m
I
EPA
I
31'2
34
Metacarpo
38
36'5
36
36
Atlas
Tibia
Nivel
Nivel
Mtcill
Mtcll
LM
62'8
14
n
I
Nivel
24'8
m
27
30
HM
55'4
Ap
Ad
44'5
15'4
Bos primigenius
Falange U
Nivel
LMpe
47'8
36
32'2
34
Ap
AmD
Ad
Capra pyrenaica
~
Escápula
Clavijas de cuerno
Nivel
m
Nivel
n
L
20'5
DMB
DmB
44'3
41
Húmero
Nivel
59'5
52'8
59'7
52'5
n
Ad
At
34'1
32
Nivel
1
Ap
35
32'8
41'7
Calcáneo
Pelvis
33'2
27
LS
AS
LmC
32'8
25'2
22
19'8
25
Metacarpo
Radio
Nivel
LMP
49
I
Nivel
Ad
35
31
m
IV
27'2
1
32'3
35'8 36
36'5
Centrotanal
Metatarso
Nivel
lV
U
1
Ad
28
31'5
26
Nivel
1
Nivel
U
Nivel
1
LA
34
LM
70'3
Am
29'3
-248-
28
[page-n-249]
ERETA DEL PEDREGAL
27
Falange !
m
IV
Nivel
n
1
a
LmD
Ad
a
a
p
p
a
44
17
13'2
15'5
LMpe
Ap
a
46
18'3
13'3
17'6
40
44'7
15'5
12
47
15'3
11'2
13'8
47'1
15'5
11'8
14'4
16
13
15
18'8
11'3
14
Falange U
Nivel
LMpe
Ap
LmD
30
14'8
10'8
15'1
30'8
16'3
11'3
14
28'9
15'2
11'8
31'4
15'1
11
26
14
9'5
29'1
15'6
10'1
27'5
14'4
11
28'5
15'4
11'2
58'4
46
43'3
36
56'2
Falange m
Nivel
1
Nivel
LDB
32'5
1I
LMC
70'4
55'6
AScr
Cervus elaphus
M8
Escápula
Nivel
IV
n
L
29'8
28'8
Nivel
LMP
I.S
27'8
28
58'8
44'1
43'1
AS
LmC
Húmero
Nivel
56'1
Nivel IV
56'1 47'5
47
54'8
52
n
Ap
Ad
1
52
41'4
37'5
50'4
52
I
51'8
47'3
43
Metacarpo
U1na
53'5
Radio
n
Ad
41'6
51'1
40'5
34
Nivel
m
Nivel
46
Ap
Ad
42'5
Pelvis
n
EPA
40'5 48'6 41'8 46
Nivel
I
41
39
36'5
41'6
36'1
37
-249-
38
41
41'5
m
LA
AA
51
48'5
39'2
[page-n-250]
M. PÉREZ RIPOLL
28
Tibia
Nivel
Ap
Ad
m
n
67'7
45'5 48 48
75
44'6 49
Patela
44
68
73'8
54'5
47'2
40'8
42'4 47
40'5 42'4 45 46'3
Astrágalo
Nivel
I
Nivel
m
LM
34'2
LMI
LMm
El
53'2
50'1
29
36
Ad
n
54'5
52
30
34'2
47'2
44'6
26'8
30
49'8
46
23'1
30
Astrágalo (con t.)
56'6
53'8
31
36'3
47'5
50'6
47
31
27'4
50
48
31'8
26'3
Calcáneo
Nivel
47
51'2
49'3
31'6
28'7
Ad
52'6
48'1
33'8
29'2
51'5
49'2
39
27'8
m
LM
Nivel
LMI
LMm
El
51
47'3
28
32'6
102'6
n
120'2
Centrotarsal
113'5
120'2
106
107
Metatarso
n
Nivel
IV
m
AM
40'8
37'1
35'1
38
Nivel
38'6
37
36'9
36
LM
Ap
37'2
m
272
32
21
AmD
I
28
38'8
Ad
30
Falange 1
Nivel
m
IV
LMpe
Ap
18'2
AmD
Ad
61'5
19'2
15'9
64'2
20
15
17'2
Nivel
m
LMpe
Ap
AmD
Ad
51
17'5
13'6
17
66'5
20
16'7
19'1
50'4
55'2
14'2
17'5
17'1
19'8
51
20'2
16'5
20'3
50
18
14'2
17
46
18'5
14'2
17'5
49
16'8
14'2
17
46'5
16'2
12'8
53'8
21'2
16'3
52
56
17'6 19
14'6 15
18'1
n
51'6
17'2
14
17'1
51
18'2
14'6
17'6
48'5
18
14
52
18
14'5
53'1
20'6
15'2
47
17
13'2
53
19'7
18'6
15'1
- 250-
48'5 52'8
17'6 18'8
14'6 14'3
51
50'7
19'2 16'3
19'3 14'4
47'8
17
13'6
16'2
54'5
19'6
15'4
18'1
54'4
18'8
14'6
18'5
58
21
17
20
[page-n-251]
29
ERETA DEL PEDREGAL
.Falange U
Nivel
m
LMpe
A
p
AmD
37'1
18'5
13'2
Nivel
n (cont.)
LMpe
Ap
AmD
38'3
20'7
15'2
Nivel
1 (con t.)
LMpe
Ap
37
17
13'3
AmD
n
38'5
18
12'6
38'2
19'8
15'2
37'5
18'3
13'3
42'8
20
16
37
18'8
13'8
39'3
18'1
13'8
35'3
18
12'8
40'3
21
15'3
41'8
20'8
16'5
38'4
18
13'2
39'2
18
13'7
37
19'6
15'6
1
41'3
17'1
14'1
39
20'1
15'4
38'2
18'4
14
39'8
17'8
13'5
35'2
16'5
12'4
37
17'2
12'5
35
17'2
13
35'9
16'2
12'6
39'8
20'4
15'2
38'2
18'8
15
38'8
18'3
13'2
38'1
20'1
16'7
41
20'6
17'3
37'5
19'2
14
37
18'8
13'5
40
21
16'5
35'5
16'8
13'1
38'2
19'7
15'2
40'8
17'5
14'6
39'3
19'2
15
35
16'2
11'9
35'2
17'6
13
40'2
38'3
18'1
14
Falange m
Nivel
LDB
47
n
m
47'2
47
49'2
47'2
40'8
41
45'3
41'6
43
42'8
42
49'2 44
Capreolus capreolus
Falange m
Escápula
Metatarso
Falange !
Nivel
Nivel 1
Nivel
m
Nivel
1
Nivel
n
Ad
LMpe
Ap
37
12'2
8'6
10
LMpe
Ap
20'5
11'1
8'3
LDB
28
LMP
LS
AS
LmC
28'1
22'8
21'1
18
24'3
AmD
Ad
Falange U
AmD
30
Sus Scropha
Astrágalo
Tibia
Nivel
Ad
Falange m
Falange!
m
Nivel
11
Nivel
o
Nivel
m
37'2
LMI
49'5
26'2
29
LMpe
Ap
44
20'6
16'5
LDB
38'2
El
Ad
AmD
Oryctolagus cuniculus
Maxilar
Mandíbula
Nivel
m
Nivel
m
n
1
LSM
13'2
LSM
13'1
13
14'3
- 251-
13'7
13'7
13'6
14'8
15'2
13
[page-n-252]
M. PÉREZ RIPOLL
30
Escápula
Húmero
Nivel
m
LMP
n
8'4
8'1
Nivel
8'5
8'3
8'2
8'5
IV
m
Ad
1
8
n
8'4
1
8'8
8
8'5
8'7 8
8
Radio
Nivel
IV
m
Ap
Ad
5'1
5'5
n
6'3
1
5'5
6
5'8
5'8
6
5'8
6
5'8
6
5'5
Fémur
Ulna
Nivel
m
EPA
EmO
Nivel
7
7
6'3
7
6'7
7
6'8
7'2
6'8
m
n
Ap
Ad
8
7'6
IV
12'3
11'9
13'2
1
15'3
12'8
P elvis
m
Nivel
IV
LA
AA
8'8
8'2
Nivel
n (cont.)
LA
8'6
8'3
n
AA
8'6
8'2
7'7
8'3
7'4
8'3
8
8'9
8
8'1
7'2
8
7'2
8'8
8'1
8'1
7'8
8'5
7'3
8'4
7'8
9'1
8'9
7'9
8'6
8'1
8'7
7'5
9'3
8'5
8'1
7'2
8'2
8
8'1
8
8
7'5
7'5
7'2
8'8
8
Tibia
m
Nivel
IV
Ap
Ad
11
Nivel
n (cont.)
Ap
Ad
n
10'5 11'1 10'6 10'7
13'1
11
11'8
10'5
13'1
Nivel
13'7
10'2 10'4
10'5
13'6
10'2
11
11
LM
Ap
Ad
13'1
14
13'2
10'1 11'5 11'1 9'5
9'5
11
11'5
88'8 88'7
13'3 13'5
9'2 10'6
10'8
I (cont.)
Ap
Ad
14'3
10'4
14'1
10'8
11'4
10
10'7
10'5
11'3
-252-
10'4
10'2
9'8
10'8
10
11'4
11
10
[page-n-253]
ERETA DEL PEDREGAL
31
Calcáneo
m
Nivel
IV
1M
22 22'2 23
n
22'3
21'5
21'2
23
19'8 22'2
1
21 20'6
22'5 21'5 21'8 21'6 20'5 21'5 20'7
Metatarso
m
IV
1M
1M
1M
m
n
n
32'2
3
Nivel
30
31'5
28'2
33
33
28'8
31'2
Lepus capensis
Tibia
P elvi.B
Calcáneo
Nivel
n
Nivel
n
1
Ad
13'1
LA
AA
9'7
10'4
9'6
Nivel
LM
10'5
10
Canislupus
28'8
Felislynx
Canino
Radio
Tibia
Nivel
1
Nivel
m
HM
1M
AM
34
13'8
5'1
Ap
n
13'3
1
Ad
Ad
Nivel
21'5
17
Felis silvestris
M
,
Nivel
1
HM
22'3
5'4
3'9
LM
AM
22'8
5
3'8
Húmero
Radio
Tibia
Nivel
Canino
Nivel 1
Nivel 1
Nivel IV
Ap
Ap
Ad
L
8
16
-253-
1M
9'1 9
12'8
Ap
Ad
1
117
19'5 2'5 20'2
14
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[page-n-255]